- Changbin... -lo llamaba su novio.
- ¿Qué? -preguntó el nombrado fijando toda su atención en la hermosa criatura que se encontraba esperándolo en la cama.
- Ven, acuéstate conmigo. Ya es tarde. -le decía en un tono adorable, Changbin sonrió, pero negó con la cabeza.
- Lo siento hyung, pero aún tengo que terminar este proyecto. Ya sabes que es para mañana y el fin de semana no avancé nada.
- Está bien, de acuerdo. Sé que te distraje mucho, lo siento. - Felix le dio la espalda y se acomodó para dormir, ignorando a su apuesto y joven novio.
- De acuerdo, me acostaré. -Se dio por vencido. Dejó su trabajo de lado, se puso de pie y caminó hacia su cama. La habitación solo era iluminada por la tenue luz de la lámpara del escritorio en el que antes Changbin hacía su proyecto. - Hey... no te enojes... -decía el pelinegro acostándose al lado de Felix, quien le daba la espalda y seguía ignorándolo. - Felix, voltéate ¿sí? -pedía Changbin moviendo el hombro del mayor.
- Déjame... -susurró éste. - Solo duérmete, mañana tienes clases.
- Y tú debes trabajar, pero aun así estás despierto. -Changbin optó por acomodarse tras Felix y abrazarlo por la cintura, para luego comenzar a repartir besos en su nuca.
- Tú no me dejas dormir. -le reclamó.
- Es porque no puedo dormirme si estás enojado conmigo, y si yo no duermo, tú tampoco. -se quejó. Felix soltó un largo suspiro.
- De acuerdo. -se dio la vuelta y enfrentó la tranquila y arrepentida mirada de Changbin, y se sintió culpable.
- ¿Me perdonas? -se disculpó el menor, la culpa creció.
- No, yo lo siento Changbin. Es mi culpa, últimamente me quejo mucho contigo, sé que estoy insoportable. -decía el rubio.
- Felix, no te disculpes. -susurró el de pelo rubio más claro acariciando el rostro del mayor.
- ¡Pero es mi culpa! -insistió. - Siempre te pido y exijo cosas que no puedes hacer ni darme, soy un estúpido egoísta. -Felix se sentó en la cama y comenzó a llorar, Changbin enseguida se le unió, sentándose también y lo pegó a su pecho, reconfortándolo.
- No llores, hyung. -le pidió mientras acariciaba su espalda, el mayor temblaba entre sus brazos.
- Ni siquiera sé si lo nuestro está bien. -agregó en un casi inaudible susurró, casi.
- ¿Vas a seguir con eso? -Changbin de repente se sintió molesto, y por un segundo se le cruzó la idea de irse y dejar a Felix llorando sólo con sus estúpidas e hirientes palabras, pero no lo hizo. Podía estar enojado, pero amaba a Felix y no lo dejaría sólo por nada del mundo.
- Es solo lo que pienso... -nuevamente se sentía culpable, lo hacía cada vez que dañaba o hería a Changbin.
- Pues no deberías pensarlo. -el menor se calmó, sintiendo cómo Felix se relajaba en sus brazos, y se volvieron a acostar.
- Lo siento... -susurró el mayor a los segundos después.
- Yo también lo siento, hyung.
- No te disculpes.
- Entonces tú tampoco lo hagas. -Changbin se le acercó y depositó un casto beso en los labios de Felix. - Lo nuestro está bien y punto. -el mayor asintió, escondiendo su rostro en el pecho de Changbin.
- Te amo. -le dijo.
- Yo también.
-Una semana después. -
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Todo lo que quiero - CHANGLIX -
Fanfiction- Qué diría papá de ti en estos momentos, Changbinnie. -Antes de que pudiera responder, Felix lo besó ferozmente en los labios. Arrebatándole un sonoro gemido a Changbin, quien apretó con fuerza al mayor contra él. - Diría que soy un orgullo para é...