Prólogo.

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Emily no era nada más que una chica a la que le encantaba divertirse de vez en cuando.

Sobre todo cuando su hermano mayor no se encontraba cerca.

El fútbol nunca fué su fuerte pero intentaba jugarlo sólo para apoyar a su hermano mayor. Era lo único que tenía en la vida y amaba verlo feliz pese a que él solía ser un gruñón casi todo el tiempo.

Su hermano se pierde durante semanas pero éste logra contactar con ella, Emily decide ir en busca de él utilizando de sus ahorros pero lo que no sabía, era que el encargado del lugar en dónde su hermano se encontraba, era nada más y nada menos que su padrino.

[Por ende.]

Ella logra que su hermano y el resto de chicos que está en aquél lugar, salga una vez a la semana a divertirse luego de una gran amenaza que su mismo padrino le advierte.

Durante su estadía comienzan a complicarse algunas cosas, sobre todo cuando uno de aquellos chicos... Pone sus ojos en ella.

Nagi Seishiro no era más que un gran prodigio del fútbol, pero éste pese a verse una buena persona tranquila y ociosa. Guardaba un secreto el cuál compartía solo con su mejor amigo Reo.

—¿Estás seguro que quieres hacer ésto? Es imposible que no te hayas sentido satisfecho después de haber entrenado durante horas y sé que en mi ausencia estuviste con ella —Nagi sólo masticó su comida mientras su cabeza se llenó de varios flashbacks. Nagi se mantuvo perdido en su mente, ¿Que tenía en mente su joya más hermosa? Lo adoraba, pero no solamente como mejor amigo... Nagi era el hermano que siempre quiso tener pero a veces tomaba decisiones que lo llevaban directo a los problemas y eso definitivamente era algo que no podía controlar... Sobre todo si aquél chico, era increíblemente compulsivo— Mira, sabes que te apoyo en todo, pero vamos... Emily es la hermana de Barou y si dices que ésta familia tiene trueques extraños, no solamente tú te quedarás sin cabeza...

¿Ella podría ser solamente de su propiedad? Era claro que estaba dispuesto a tenerla solo para él.

Pero...

Los problemas siempre estaban de por medio, obstáculos que los llevará a momentos en dónde el corazón de ambos estará en juego.

[Sobre todo después de enterarse sobre una tradición familiar que lo termina complicando todo.]

—Ya relájate —dijo metiendo un pequeño trozo de pollo a su boca, callandolo para que dejara de balbucear. Reo era increíble, pero a veces parecía un anciano preocupándose por él y entendía el que se sintiera temeroso, pero nada ni nadie podía quitarle la oportunidad de ver hasta dónde podía llegar su interés por Emily Shoei— Por los momentos necesito tener un excelente rendimiento físico, ella puede darme lo que deseo... 'Ya me demostró lo digna que es.'

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Crónicas de un futbolista. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora