Capítulo 12

34 1 2
                                    

Rune: Ana no puede volver al pueblo, es demasiado peligroso.

Están de vuelta en la cabaña abandonada tras un arduo viaje, Ana está débil, durante la vuelta, Rune y Eric la ayudaron a caminar entre los dos, con cada hora que pasaba, Diana veía como su fuerza iba menguando.

Eric: Puede que el caballero tenga razón, princesa, mi amada no es la misma.

Diana: -Observa el aspecto extrañadamente pálido de Ana-

Rune: No se lo sugeriría si no pensara que es lo mejor, confío en lo que sepáis...Su Alteza.

Diana: -Da un respiro cuando Rune la llama Su Alteza- (es toda tan confuso, lo que ocurrió en la Piedra de los Dioses...es demasiado surrealista como para intentar entenderlo ahora)

Y apenas se ha hablado del tema; cada uno de ellos ha optado evitarlo.

Diana: (Quizás entenderlo es complicado para todos, para mí es obvio que sí) quizás tengáis razón.

Rune: No os preocupéis, iremos a ayudar a hablar con la Sabia para ayudar a Anna.

Diana: Gracias, Rune, Mara es nuestra única esperanza.

Rune: Dejaremos que Ana descanse en la cabaña...mientras nosotros viajamos al pueblo.

Ana está sentada contra la pared de la cabaña, Eric la ha ayudado a incorporarse y ahora está ocupado preparando el fuego para la noche.

Diana: -Mira a Ana- (tiene una cara fantasmal)

Ana: Me alegro tanto de volver a verte, Diana.

Diana: No tienes ni idea de lo feliz que me hace verte -se arrodilla a su lado y toma sus manos en las de Ana-

Laya: ¡Beee! -se sienta al lado de Anna y le lame la cara-

Ana: Y a ti, Laya, veo que eres tan especial como siempre.

Laya: ¡Bee!

Ana: Es increíble que Laya te encontrara en el bosque.

Diana: Bueno, Laya ha sido siempre un corderito muy listo.

Ana: -Acaricia al cordero, pero se le cansa el brazo y lo deja caer- ¿cómo debería llamarte a partir de ahora?

Diana: ¿Qué quieres decir?

Ana: Es decir...ahora que eres de la realeza...La princesa Liana ni más ni menos.

Las palabras le parecen ajenas a Diana, como si estuviera observando una escena en la que no participa.

Diana: Llámame Su Alteza.

No hay rastro de la picardía habitual de Ana, simplemente asiente con solemnidad.

Ana: Sí, Su Alteza.

Diana: ¡Ana! ¡era una broma!

Ana: ¿Por qué?

Diana: Soy tu amiga, puedes llamarme como siempre lo has hecho.

Ana: Vale...Diana.

Diana: Me duele que lo dudes, sigo siendo yo.

Ana: Pero no eres simplemente tú, eres una leyenda que ha cobrado vida, literalmente, eres nuestra leyenda que ha cobrado vida.

En otras circunstancias, Diana vería a Ana saltando eufórica, pero está tan débil que apenas puede esbozar una sonrisa.

Ana: Tu vida a cambiado, Diana, cuanto antes te des cuenta, mejor.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 17, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Princesa LianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora