Uno.

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📌 Doha, Qatar

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📌 Doha, Qatar.

Emma Schumacher.

Podría jurar que no sentia las piernas después de tantas horas de vuelo, mi espalda dolía como los mil demonios y mi cabeza iba a explotar si seguía despierta. Quería dormir dos días enteros.

A diferencia de mi, mi compañero de equipo parecía estar en su mejor momento ya que se veía radiante, su sonrisa de oreja a oreja hace que mi mal humor desaparezca un poco.

- ¿Cuanto falta? - pregunte harta de estar arriba de este avión - Siento que envejeci diez años estando aquí - me queje otra vez y de reojo pude ver como Toto trataba de no matarme.

- Hoy estas un poco más insoportable de lo normal - el británico se burló de mi.

- Cierra la boca - le advertí en broma, el por su parte me saco la lengua y yo le tire con uno de los almohadas que habían en el avión.

- ¡Oye! - se quejo mientras escuchábamos las risas de los demás que se encontraban en el avión, como Toto, Angela y Bono. El último era el ingeniero de los dos, raro en la F1, pero fue una decisión que tomó la scuderia desde mi llegada, ya hace más de cuatro años.

Suspire mirando por la ventana, el campeonato terminaba en dos semanas y mis nervios iban aumentando conforme pasaban los días. No nos íbamos a ir directamente a Abu Dhabi, nos quedaríamos en Doha para estudiar todas las estrategias posibles para obtener un buen resultado.

No podías dejar que Reb Bull este por encima nuestro.

- Bien, nos iremos directo al hotel para que descansen un poco hasta mañana - nos aviso Toto, asentimos en silencio - Hay que estar concentrados en todo lo que se viene.

Yo deje de prestar atención cuando empezaron a hablar sobre un partido y el mundial que se acercaba, no me interesaba mucho ya que no entendía nada de fútbol y solo conocía a Neymar por ser amigo de Lewis. Nos habíamos cruzado varias veces, la última fue hace poco en el GP de Brasil. Pero de ahí nada más, conocía a Messi por ser el mejor jugador del mundo, además de que mi hermano estaba enamorado de él, pero ni siquiera sabía en que equipo jugaba.

En fin, después de tanto sufrimiento aterrizamos en el aeropuerto, era de madrugada pero podía sentir los gritos de los fanáticos desde acá pero lo que más me sorprendió fue ver que había otro avión donde bajaban puros hombres.

Eran de un equipo de fútbol.

- ¿Quienes son? - le pregunte a Angela, la cual estaba dándole agua a Rosscoe, esta miro hacia delante para ver de quien hablaba.

Por mil noches - Selección Argentina. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora