¿Aliarnos?

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−Memo... ¿tus hierbas no te afectaron tantito? −Dijo Kevin, tomaba café mientras estaba con Diego quien todavía estaba procesando lo que Guillermo les había contado.

−No seas pendejo Kevin, hablo en serio, eso vi −Dijo indignado Memo quien todavía procesaba todo, no sabía quién era el niño ni quién era la figura que vio, solo recordaba la canción, también recordaba los sonidos y sobre todo el apodo.

−Pues a mi solo se me viene alguien con esa historia −Hirving comía un pan con café mientras se sentaba −A Leo me recuerda.

Todos soltaron una pequeña risa pensando que lo que Chucky decía era broma, hasta que vieron que estaba serio en el sofá tomando de su café.

− ¿Hablas en serio? Nah, no creo que Memo esté tan traumado para soñar con el güero del pasado −Expresó Diego mientras veía a Memo pensativo − ¿O sí?

−No sé, yo creo que, si es él, chiquito y ágil ¿A quién más conoce Memo con esas características? Exacto, solo al pinche güero −Chucky le dio una mordida a su pan y le dio un sorbo a su café.

−Aunque fuera así, ¿Qué ganamos con esa información? Ni siquiera hemos podido averiguar de quienes nos advirtieron −Kevin frotó sus ojos mientras intentaba pensar.

−Hay que pedirle ayuda a Aimar, sabemos que él se retiró, pero es el único con experiencia en el que podemos confiar, además de tal vez saber un poco más de toda esa madre y tal vez sepa qué hacer −Dijo Guardado en voz alta y todos asintieron ante la idea, el hombre tenía más experiencia siendo un héroe retirado. Si, el sabría qué hacer.

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− ¡¿Te rueda bien el pinche ratón Aimar?! −Guillermo estaba indignado, como se le ocurría eso al argentino ¿a los argentinos les falta un puto tornillo o que pedo?

−Eh, pibito de mierda, no me andés respondiendo así, pelotudo −Regañó Aimar ante la falta de respeto de Guillermo − ¿Viste cómo me habla este zapato de mierda? −Vio a Guardado quien intentaba con todas las fuerzas de su ser no reírse −Hijo de la re mil puta que sos, la concha de tu hermana pedazo de gato, estúpido de mierda con ese pelo de estropajo, a mí no me andás pelotudeando, boludo

−Perdón pues... −ni le dije nada tan feo y ya me mentó la madre.

−Pero si, eso hay que hacer, hay que encontrar una manera de aliarnos con ellos, saben muchas cosas y es mejor aprovechar eso, además ni son tan malos, en mis tiempos era muy diferente −Le dio un sorbo a su mate bastante relajado −Pero, eso sí, no vayan a ser pelotudos e intentar atraerlos, eso no salió muy bien que digamos. Hay que esperar a que la oportunidad venga a nosotros, cuando venga veremos tal vez resolvés esa visión que tanto decís que puede ser importante, por el momento nos queda esperar, el pergamino no vendrá y por los resultados anteriores no creo que tengamos oportunidad de recuperarlo, así que a ser pacientes muchachos, a veces eso es lo mejor.

Pasaron las semanas, cinco, para ser exactos. Guillermo escribió la canción en una libreta para no olvidarse de ella, esas semanas habían estado tranquilas, obviamente con algún que otro crimen o accidente, pero nada que fuera causado por los villanos.

Claro que la paz no duraría tanto y esta vez no dejarían pasar la oportunidad.

− ¡Leo! ¡Che, mirá! Vino la compañía −Kun sonreía mientras caminaba junto con Leo −No sabía que estarían aquí tan temprano, si no hubiéramos pasado a comer algo.

−Viste, no sé cómo vienen tan rápido −bostezó Leo mientras se estiraba para calentar un poco −Pero ya escuchaste que dijo Scaloni, hay que buscar esa mierda y llevarla, a ver qué pasa.

Los villanos no son malos   (Mechoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora