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Hyunjin, con 11 años recién iba despertando, un fuerte dolor de cabeza, espalda, cuello y en general, todo el cuerpo. no podía mover su cuello, lo tenía atrapado aparentemente un cuello ortopédico exageradamente grande.

se había desesperado, se "relajó" por no decir que "se sobresaltó" al escuchar una leve voz que pareciera se dirigía a él, sin poder verificarlo, preguntó con cierta intriga.

- hm, disculpe, ¿me está hablando a mí?

sonó más tranquilo, lo hacía sentir calmado el simple hecho de saber que no estaba solo en esa blanca habitación que parecía hace unos segundos estar vacía.

- ¡ah! despertó

la voz sonó más alta y avergonzada, Hyunjin soltó una pequeña risa enternecida mirando al techo, el cuál por ahora era el único lugar con el que su cuello le permitía.

-¡hola! mi nombre es Felix Puedes llamarme Lix, tengo 10 años y... estoy aquí antes de que llegaras, te estuve hablando porque era aburrido verte así... espero que no sea tan raro

la voz de Felix siguió con el tono anterior mencionado, le había tomado por sorpresa que el mayor se despertara en medio de sus comunes conversaciones con el Hyunjin desmayado.

-oh, ¡un gusto Lix!, me llamo Hyunjin, y tranquilo, no es raro

Felix sonrió al escucharlo. suspiró, satisfecho al saber que su nuevo amigo no sé había extrañado con sus "raras acciones."

tu nombre es muy lindo

el australiano juntó sus manos aún con una linda sonrisa y se acomodó los lentes rápidamente, estaba nervioso y solía actuar rápido por instinto.

- gracias lixie, el tuyo también es lindo

el recién mencionado soltó una pequeña risa sin saber porqué, jamás le había pasado con las personas las cuáles compartía habitación, que ya de por si eran variadas.

-¿qué te pasó?, ¿sabes porqué estás así?

Hyunjin quería morir de ternura y dolor al intentar moverse para ver a felix, ternura porque, felix aún teniendo 10 años, suena como un curioso niño pequeño de 5 años queriendo saber más de el mundo y las personas que lo habitan.

- mis papás chocaron

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