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"𝐕"

Anteriormente...

Cuando iba caminando bastantes metros lejos de la cabaña, sentí a alguien correr detrás mío, el sonido de sus pisadas cayendo fuerte contra la tierra húmeda. Me asusté. Quise correr, pero me tropecé y caí torpemente gracias a un pocito de mierda que seguramente un perro hizo.

Al girar la cabeza, me encontré con... un hombre encapuchado al que no podía verle el rostro. Preocupada, traté de alejarme con prisa, apoyándome en mis manos para poder pararme pero ya era tarde; él me había jalado del cabello para arrastrarme hacia él, haciéndome caer nuevamente.

- ¡Suéltame! /Forcejeé lo más que pude pero era inútil, este tipo era fuerte, no me soltaba, y eso me desesperaba.

N a r r a : P e l l e

Rara la vez me arrepiento de tratar mal a la gente. Es la primera vez que me siento culpable por algo que siempre hago.

Minutos después de que Snive se vaya, comencé a seguirla. Mi idea era primero asustarla, para luego poder disculparme con ella.

Todo venía bien hasta que ví a un tipo queriendo asaltarla, agarrándola del cabello.

Pensé lo más rápido que pude. Miré a mi alrededor. Justamente ví un fierro grande, bastante oxidado pero útil para golpear.

Corrí rápidamente hacia él, lo pegué en la cabeza con el fierro, y cayó inconsciente al suelo.

— Pelle! /Se paró y me abrazó fuerte... demasiado fuerte para mi gusto.

— Ya... /Me soltó al segundo de mi quejido, dándome esa sonrisa tan... Qué estoy diciendo...

— Perdón /Rió algo nerviosa, seguramente por la mirada inexpresiva que tenía pegada en mi rostro pálido de muerto viviente.

— Te voy a acompañar. La próxima sé más cuidadosa... Casi te matan... /Ella solo suspiró y asintió, riendo por lo bajo, con las mejillas algo ruborizadas

El camino fué silencioso, como a mi me gusta. Ella tenía la cabeza baja, probablemente pensando en lo que sucedió minutos antes. Rara vez siento curiosidad por saber cómo están las personas a mi alrededor, y esta es una de ellas.

— ¿Estás bien?... /Solo asintió callada, nuevamente dándome una sonrisa para terminar de convencerme. Tampoco es como que iba a seguir preguntando.

Seguimos caminando en silencio, la luna brillante saliendo al oscuro cielo.

Llegamos a su hogar, y antes de entrar, se volteó a verme. Nos miramos y ella sonrió, sus estúpidamente tiernos ojos marrones mirándome con un brillo cálido.

— Gracias, Pelle...

Mientras decía eso, Snive se acercó lentamente a mí y...

Continuará...