CAPITULO II

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"Las consecuencias"

Era cursi. Lo sabía hasta de sobra. Pero era inevitable en mí. Solía ser muy amorosa con la gente. Siempre abrazando.

Las cosas no siempre son buenas.

Una vez discutí con Julia por que ella me había reclamado por la decisión que tome anteriormente. Me moleste y deje de hablarle. Pero la extrañaba mucho. Era mi mejor amiga y la necesitaba a mi lado.

Había pasado tiempo desde la ultima vez que le mande cartitas a Valentín.
Estaba en el receso con Martina y Alexa. Cuando pensé y dije:
"Si no es hoy ¿Cuando? "

Así que me arme de valor y fui ha hablarle a Valentín.
Al principio me quede estupefacta al verlo pero la conversación fue natural y quedamos como amigos.

¡Eramos amigos!

No sabia que la felicidad se sentía muy bien. Me gustaba tanto. Y no iba a dejar que nada la arruinara.

Sentía una gran emoción que cuando vi a Julia, le pedí perdón por todo.

-Julia, quiero hablar contigo. - le dije feliz.
-¿De qué? - contesto fría incluso distante.
-Se que jamás debí dejarte. Pero sabia que estarías bien. Y no me equivoque. Tienes a grandes amigas. Tienes a Danae. Pero queria decirte que lo siento... Por todo. Eres mi mejor amiga y quiero que lo sigas siendo siempre.

Y la abraze. Era un abrazo de disculpas. Uno sincero.

-También lo siento. Igual te extraño.

Con ella la amistad era pura y sincera. No se que haría sin ella.
Luego de ello, nos volvimos más cercanas. Haría lo que fuera por ella. Es como una hermana para mi.

'Un hermano no siempre puede ser un amigo. Pero un amigo siempre será un hermano'.

Acepte su amistad con Danae por que sabía que era buena amiga. Pero no me terminaba de agradar.

Con Martina y Alexa era divertido estar. Jugábamos siempre Subway Surfers en el teléfono de Martina. Hacíamos competencias de quien aguantaba más tiempo. Las quería de igual manera. Eran mis mejores amigas y las trataba por igual.

Como la relación de Alexa y Julia había mejorado. Era más pacifico estar con ellas. Pero Julia ya no se sentaba con nosotros en el receso. Se sentaba con ellos. Pero lo aceptaba.

'Tenemos que afrontar las consecuencias de nuestros actos'.

Se acercaba mi cumpleaños, era muy especial y no aguantaba las ganas de que llegará el gran día.

El día de mi cumpleaños fue un viernes, tenía taller a la última hora pero mi maestra se había ausentado. Así que tuvimos hora libre.

Salí con mi compañera Helena a sentarnos en unas bancas que estaban cerca de los talleres. Platicabamos sobre cosas insignificantes. Cuando de pronto, alguien me tapa los ojos.
-No es nada gracioso - digo molesta.
-Depende de la persona-me contesto.

Reconocía esa voz pero no recordaba el nombre. Eso sí era un chico.

-¿Quien eres? - pregunte
-Una persona.
-jajajajaja - me reí sarcásticamente .
-¿No adivinas? - me hablo mas cerca.

¡Sé quién es!

-Valentín...
Soltó sus manos de mis ojos. Allí estaba. Como un ángel caído. Prohibido.

-Te tardaste. - me dijo.
-Estaba confundida.
-Aja claro. Feliz cumpleaños por cierto.
-Gracias...

Se acercó a mi, me abrazó y me dio un beso en la mejilla.

¡Por favor dios! Que no me ponga roja.

Era indescriptible lo que sentía en ese momento. Pero no era correspondido.

-¿Nos tomamos una foto? - me dijo.
-Seguro.

Una decisión que afectaría TODO ¿Habría una vuelta atrás?
Claro que no.

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