ophelia siempre la villana en una historia ajena, no era buena o caritativa. era egoísta, ambiciosa y muchas veces manipuladora, había dañado, usado y arruinado a muchos que se interponían en su camino, pero había una luz débil y titilante en ella...
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w i l l i a m h a r g r o v e
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Cuando Billy llegó al lugar pudo sentir la música atraerlo de inmediato, la fuerza con la que el bajo sonaba lo llevó a aquel maravilloso trance una vez más. La excitante sensación de mareo absurdo lo hicieron sonreír de costado. Se bajó de su flamante camaro azul y dio un rápido vistazo a la enorme mansión al borde de Malibú.
Enormes ventanas, paredes blancas y demasiadas luces en todos lados. Si se hubiese puesto a contar cada bombilla habría perdido toda la noche, a veces se preguntaba por qué a los ricos les encantaba poner bombillas innecesarias por todos lados para más y más luz. Había plantas por todos lados y Billy sólo podía pensar en qué tanto vomito tendrían todas esas macetas para ese punto de la noche.
Cerró la puerta del flamante camaro y entró sin previo aviso, ganándose la mirada y exclamaciones de varias personas.
El Dios Hargrove había llegado y eso sólo significaba una cosa: muchos problemas, pero mucha, mucha diversión.
— ¡Pero miren quién decidió aparecer! —exclamó Terry, el hijo del dueño de aquella casona y la oveja negra de su familia— ¡Mi querido amigo, Billy!
Terry extendió una lata de cerveza de dudosa procedencia hacia el chico, quien la aceptó y la bebió de un trago, escupiendo un poco al cielo al acabar.
