"Es un niño muy hermoso."
"Tan hermoso que asusta."
"No deja de ser un niño de extraño aspecto ¿Ya vieron sus ojos?"
"No sólo posee una apariencia extraña... Su forma de ser, su comportamiento es... anormal."
"Antinatural" era la palabra perfecta para describir a Tweek Tweak.
Su apariencia, su forma de ser... Todo en él era extraño y llamativo.
Para muchos, físicamente hablando, una belleza fuera de este mundo, pero lo que más llamaba la atención de su aspecto eran esos ojos bicolor cada uno; con una combinación de dos colores tan opuestos como lo pueden ser el azul y el amarillo.
Si bien puede ser fascinante ver esa combinación de colores en un iris, para los tiempos que corrían, lamentablemente esto le jugaba muy en contra al rubio.
Las miradas ajenas lo intimidaban, y hasta habían algunos que no se atrevían a verlo a los ojos.
Mucho se decía sobre ellos; que esos colores tenían un significado o que estaban bajo una maldición.
Y su conducta errática empeoraba las cosas...
"¿Está poseído?"
"El demonio tortura a esa pobre alma, estoy seguro."
"Dicen que hace posiomes y, al momento de probarlas, queda con efectos secundarios."
"Eso tiene sentido, pues alguien normal no tiembla a cada paso que da, no lanza gritos de la nada y no hace... esa cosa rara que hace con su ojo izquierdo."
"Compadezco a los señores Tweak. Ellos no merecían esta desgracia... Fueron víctimas de Lucifer."
A la final, los cuchicheos, los murmullos, las falsas historias que pasaban de un oído a otro, los rumores que iban de boca en boca... terminaron por condenarlo.
"Él no es como cualquier otro niño... Él no es un ser de luz."
—Oye papi, ¿puedo salir a jugar?
—...
—¿Papi?— Tweek se acercó más para lograr llamar la atención de su progenitor.
—... Está bien... Iré contigo.
Tweek no parecía estar muy conforme con lo último que dijo su padre.
—Papá... Eeeh... Yo... quisiera salir solo.
—¿Solo?
—Sí, solo... Ya estoy grande. Además, no iré lejos.
—... Tweek, no me siento cómodo dejándote solo... menos en este pueblo.— lo último dicho lo murmuró en un tono muy bajo, desviando la mirada y cruzándose de brazos.
—Pero... No entiendo papá... ¿No confías en mí? ¡Sabes que nunca me portaría mal!— y eso era cierto, pues él sabía perfectamente que eso decepcionaría a su querido padre, la persona que más quería y admiraba.
—Tweek, no es eso. Soy consciente de que tú eres un buen niño, y uno muy responsable y educado— le aclara mientras revuelve su rubia cabellera —. Pero... el problema es mucho más complicado, cariño...— confiese en un tono de voz apagado.
—Pero papá... ¿Por qué no quieres decírmelo?— pregunta mientras da un par de pasos hacia adelante.
Tweek siempre ha sido un niño muy obediente, y jamás le ha cuestionado nada a su padre, pues él creía que todo lo que Craig hacía, lo hacía por su bien.
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Inmortal Heart || Creek
DiversosSiglo XVII. Al escuchar los gritos de desesperación y agonía provenientes de la persona que amas, es la peor tortura que puedes experimentar, puedes observar su sufrir sin siquiera verlo directamente. Esa misma tortura la estaba experimentando Craig...