Alud
[Advertencia: Lemon]
—¿Qué te sucede?
Quiso detener su propia voz, enlazar el eco y devolverlo a las profundidades de su garganta, porque la amplitud y el silencio y la oscuridad causaron que el sonido retumbara indiscreto a lo largo del gótico pasillo.
En vista de que era demasiado tarde para aquellas pretensiones, se limitó a tragar saliva frustradamente, su lengua cargando la promesa de mayor moderación la próxima vez.
—El frío... es demasiado.
Lo estudió sin preocuparse de alterarlo con su escrutinio. Claramente se había olvidado de la vergüenza si era capaz de estar ahí en medio del palacio, sentado sobre el piso en una postura tan inmadura, con la pared a sus espaldas como soporte y los brazos alrededor de sí mismo como endeble protección a ese frío que decía que sentía.
—Está en tu cabeza.
Le vio dar un respingo, y hacer un gesto turbado que duró sólo un instante antes de ser enmascarado por la neutralidad. Una triste neutralidad presidida por una mirada divagante. Era evidente que estaba perdido, que le hacía falta el complemento del que le despojaron. Aquella acogedora oscuridad que le justificaba, donde podía ocultarse comodinamente de todos sus errores.
Ahora sólo quedaba una parte de él, una parte poco acostumbrada a estar.
El Surplice lo hacía lucir frágil en lugar de siniestro. Quizás porque acentuaba la palidez de su piel. Notó, curioso, que casi parecía una extensión de su cabellera; con los exactos mismos matices de noche purpúrea.
Se sentó a su lado. No se preocupó por cortesías y se acercó hasta que sus armaduras chocaron con tintineos. Volteó a mirarle con un interés incontrolable porque era algo totalmente desconocido y por siempre incomprensible. Con cautela tocó su antebrazo con un par de dedos, sólo posándolos con ligereza. Aquél parpadeó expectante y fijó su mirada sobre el punto de contacto, y esos ojos verdemar se engrandecieron sorprendidos cuando el área fue infectada por escarcha gélida que le caló hasta el tuétano.
No lo soltó hasta que le notó rechinar los dientes y se sintió penetrado por una mirada nueva; interrogante, segura, desafiante. Una mirada de líder.
Y al apartarse, el rastro helado sobre la protección metálica del brazo comenzó a evaporarse.
—Eso es el frío— aclaró. Y pensó en moverse de su sitio, levantarse y dejarlo solo. Pero eligió quedarse allí, como recordatorio de la realidad. Como discreta fuente humana de calor, también.
x-x-x
Saga no había dejado de recordar esa noche, se había convertido en un sueño recurrente que alimentaba al frío.
Tampoco había dejado de sentirlo. A ratos se mitigaba, los poderosos rayos del sol disfrazaban el efecto. Así que salía en busca de ellos en la madrugada, se despedía descorazonado al crepúsculo. La luna traía al frío de vuelta, intensificado.
No se trataba de una sensación que habitara en su piel. Había sido saqueado de una parte importante que siempre le dio cobijo. Y no entendía por qué estaba aquí de vuelta, por qué debía estarlo, si sólo quedaba una fracción desolada y tembleque.
Inexplicablemente, fue a tierras heladas en busca de refugio.
En busca de él.
La ventisca lo anunció.
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One - Shots - Saga x Camus [Terminada] ✓
FanficAclaración. 💬 La historia que estoy publicando no soy de mi Autoría sino de otros Autores 💬 Sino le gusta Fan Fic Hombre x Hombre [Tan simple como ignorar. Gracias] 💬 Respeto por favor. Gracias Espero que le guste estas pequeñas historias de Sag...