Intro

611 41 0
                                    

Ya hacía un tiempo que Marcos y Agustín se admiraban mutuamente mientras cada uno se pasaba la masajeadora por diversos y peculiares partes del cuerpo. Las cámaras siempre estaban presentes, espiando, interviniendo en el espesor del aire silenciosamente. Ambos las miraban de reojo, deseando que no estuvieran.

Las mirabas abundaban pero sus cuerpos se mantenían a metros de distancia. Más de una vez se habían imaginado acortar la distancia, pero nunca se animaban a emitir palabra al respecto, hasta que un día, Salta se levantó contracturado, dando pie a la propuesta...

Mimitos secretos | Margus OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora