ღ ¿𝑄𝑢𝑒 𝑆𝑜𝑚𝑜𝑠? (𝐾𝑖𝑟𝑖 𝑥 𝑇𝑢́) ღ

♡☆♡☆♡☆ Parte 2 ♡☆♡☆♡☆

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¿PODÍA SER POSIBLE ENAMORARSE EN MENOS DE UN DÍA? ¿No verdad? Bueno aunque dijeran que no yo ya había caído, su sonrisa, sus ojos, su cara como tal, su forma de ser era algo que me enamoraba y Tsireya fue la primera en notarlo, en cuanto salí de la casa de los Sullys me la tope y me llevó rápidamente del brazo hasta una roca, era nuestra roca especial, porque ahí mismo nos habíamos hecho amigas y habíamos hecho nuestro juramento de amigas

-Cuéntame ¿qué está pasando? –sonreí y comencé a relatarle todo, el cómo le coquetee, su reacción, sus miradas, sus sonrisas y cada acontecimiento

-¿Qué opinas? –mi amiga no podía ni cerrar la boca de la sorpresa

-Las dos fueron fechadas, estoy segura –solté un pequeño grito de felicidad, mientras Tsireya reía

Pasamos gran parte de la noche hablando y planeando nuestro gran, valga la redundancia, plan hasta que algo muy importante se nos había escapado y Tsireya me lo recordó

-¿Oye pero que tu no estabas ya comprometida con mi hermano? –me tense por completo y me deje caer por completo, casi cayéndome de la roca, Tsireya me tomo con fuerza de mi pie

-Es cierto, pero es que ¿por qué no entienden que ni él ni yo queremos estar juntos? Somos grandiosos amigos pero no queremos casarnos –mi amiga me miro con un toque de tristeza

-Yo sé pero pues según mis padres serías una gran opción para él

-Si lo sé pero es que como pareja seríamos un completo desastre y no, de verdad no quiero ni puedo casarme con él

-Créeme que yo tampoco quiero pero estamos obligados –ahí estaba Ao'nung, escuchando todo, me sobre salte de inmediato

-¿Escuchaste todo?

-De inicio a fin –él sonrió y me dio un ligero golpe en la cabeza –No podemos hacer nada, mis padres no van a ceder en que no te cases conmigo por estar con una chica ni menos alguien que ni conocemos

-Yo lo sé, pero no hay que adelantarnos, la acabo de conocer, tal vez haya algo de ella que me haga dejar de pensar en estar a su lado y así nos casaremos "felices" –ambos nos miramos con una sonrisa triste

-No quiero casarme contigo, arruinaría toda nuestra amistad

-Es lo que yo digo Ao'nung pero simplemente no lo entenderán

-Yo los apoyo en todo pero es cierto, no podemos hacer nada para que mis padres cedan y los dejen seguir siendo amigos

-Gracias Tsireya, de verdad eres una grandiosa amiga

-Pero una pésima hermana –los tres nos reímos y le dimos ligeros golpes a Ao'nung

Después de un rato nos fuimos a dormir ya que estaba demasiado oscuro ya todo, en cuanto me separe de ellos al fin pude dejar de sonreír y fingir que estaba bien, me desastre en cuanto estuve sola, caí de rodillas al suelo y llore, no quería ni podía soportar más, había perdido a mis padres hace unos años pero eso me hacía sentir peor porque habían arriesgado y dado su vida solo para salvarme, claro que Tonowari y Ronal me criaron y cuidaron como si fuera otra hija pero de verdad que la idea de casarme con Ao'nung era horrible, yo lo adoraba y amaba pero como un hermano, un amigo, un compañero de vida pero no de manera romántica, solo amistosa, ni siquiera Eywa nos permitía el hacer una conexión, siempre que él o yo o ambos estábamos decididos a al menos conectar nuestras trenzas Eywa mandaba o una lluvia fuerte o la marea subía hasta una vez nos comenzamos a hundir en el arena, nunca nos habíamos podido explicar ese acontecimiento, pero sus padres no lo notaban, estaba demasiado cansada como para seguir llorando y sufriendo así que decidí usar el método más fácil para ser feliz por unos momentos: dormir

-Ya despierta, me da miedo que estés muerta –abrí un poco los ojos y mire a Tsireya, mirándome y sonriendo

-¿Por qué tan temprano?

-¿Se te olvida que hoy debemos ayudar a los hijos de Jake a adaptarse? –me oculte debajo de mi cobija, tenía frío

-Háganlo ustedes, yo al rato los alcanzo

-Está bien, duerme un poco más, tus ojos se ven cansados, sal cuando te sientas descansada –me destape la cara y ella me miraba con ligera tristeza, era claro que ella sabía que no era cansancio lo que reflejaban mis ojos

-Gracias Tsireya, te quiero tanto -ella me dio un ligero abrazo

-Yo también te quiero muchísimo, duérmete –asentí y solo pasaron dos minutos antes de volver a caer dormida

Solo que ahora habría deseado estar despierta, un horrible sueño me comió, ni siquiera me dejaba abrir los ojos, veía a mis padres los dos me miraban con pena ajena mientras yo me hundía en el agua, les gritaba y pedía ayuda pero simplemente me ignoraban, mi madre tenía lágrimas en sus ojos mientras que mi padre me veía decepcionado

-MAMÁ, PAPÁ, AYUDENME

-Eres un asco –negué con la cabeza, gritaba ayuda

-¿POR QUÉ ME DICES ESO PADRE?

-¿Crees que no sabíamos tu pequeño secretito?

-PAPÁ PERO

-Pero nada, me arrepiento haber arriesgado mi vida por alguien como tu –mis lpagrimas hacían que me hundiera más fácil, trataba de relajarme pero no podía, salían cada vez más lágrimas y más grandes

-MAMÁ POR FAVOR

-Perdón pequeña pero tu padre tiene razón –ellos se dieron la vuelta y me dejaron ahí sin respirar, no podía seguir, trataba de nadar hacía arriba pero no lo lograba, la maldita jaula me tenía atrapada

Mi voz cada vez se escuchaba menos, mi cuerpo poco a poco se debilitaba más y mis parpados se volvían más pesados hasta que de pronto estaba en un lugar todo negro, estaba recostada, acurrucada con miedo, sentí los pasos de alguien y cuando alce la mirada eran mis padres, de nuevo, pero había algo distinto en sus ojos, alivio, felicidad y emoción al verme

-___________ -mi madre corrió y me abrazó con fuerza mientras mi padre hacía lo mismo

-Peque ¿estás bien? –negué muchas veces con mi cabeza

-Me acaban de dejar morir y decir cosas horribles

-Hija nosotros nunca haríamos algo así

-¿A caso no nos conoces mi niña? Siempre te hemos amado seas como seas, sabemos tu secreto desde que eres pequeña pero eso no significa que dejes de ser nuestra hija y nuestro mayor orgullo

-Tiene razón tu madre peque, te amamos tal y como eres, no hay algo de ti que nos moleste en lo absoluto –mis padres alzaron mi cabeza ligeramente y los mire, en sus ojos había honestidad

Y con esa sonrisa por parte de ellos desperté