Vinsmoke Judge era un hombre de temer, si las cosas no iban como él quería, no dudaría ni un segundo en eliminar lo que sea que esté arruinando sus planes.
Así que cuando encontró aquel par de hojas que al parecer sus hijos habían estado ocultándole, mandó a traerlos inmediatamente a su oficina, solo existía una opción para sus despreciables pero sensatos hijos omega, deshacerse de aquello que crecía dentro de ellos.
Cuando Ichiji y Yonji entraron al despacho de su padre, se encontraron con un ambiente tenso, cargado de feromonas de ira y enfado, el hombre de mayor edad lanzó ante el par los exámenes que había encontrado.
- Pueden explicarme esto o podemos saltarnos ese paso para decidir que harán - declaró el alfa.
- ¿Por qué carajos espiaste en nuestras cosas? - cuestionó con enojo el omega pelirrojo.
- Porque puedo y porque soy su padre, los últimos días estuvieron actuando raro, incluso Monet me hizo saber que no estaban siguiendo sus dietas así que debía investigar la causa de ello, quien diría que los fracasados de mis hijos se convertirían en un par de zorras para después terminar preñados, vaya manera de compensar el dinero que he invertido en ustedes - respondió Judge con ira clavada en la voz.
- Vete a la mierda Judge - ataco el omega mayor.
- No estoy para pelear con ustedes, lo que tienen que hacer es sencillo, recuerden que si no lo hacen por las buenas tendremos que hacerlo por las malas - amenazó el rubio mientras un par de alfas entraban a la oficina con una sonrisa tétrica.
Ichiji sintió el fuerte agarre de Yonji en su muñeca, miró a su hermano menor quien veía con temor a los dos alfas que estaban a unos pasos de ellos, así mismo la mano del omega peliverde se encontraba sobre su abdomen, el lobo del más joven estaba dejando salir un aroma agrio en señal de que no permitiría que dañaran al ser que se desarrollaba en su interior.
- Nos largamos Judge, espero encuentres a otro par de omegas capaces de soportar tus estupideces - declaró el pelirrojo con determinación.
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El timbre de la casa de Kuroashi Zeff sonaba con insistencia, Reiju abrió la puerta con algo de molestia pues le habían despertado del único momento libre que tenía para poder descansar, pero apenas vio a las dos personas que estaban del otro lado inmediatamente los hizo pasar.
- Sanji, Niji - gritó la pelirosada mientras ayudaba a Ichiji a cargar con un inconsciente Yonji.
Los pasos en el segundo piso se escucharon claros conforme bajaban las escaleras, el par de hermanos al ver a los dos omegas en tal estado avanzaron a grandes zancadas hasta llegar a ellos.
- Yo no importó en este momento - dijo el pelirrojo - Yonji es quien importa ahora, el maldito de Judge lo golpeó en el abdomen.
Sanji saco inmediatamente su teléfono celular apenas escucho eso, llamo a Luffy pidiéndole que enviara a Marco a su casa explicándole de manera rápida lo que sucedía, su amigo le aseguró que tendría al alfa blondo en pocos minutos en su residencia.
- Tenemos que curar esas heridas Ichiji, anda vamos al baño, cereza - dijo Reiju llevándose a su hermano menor.
Niji por otra parte venía saliendo de la cocina mientras sostenía un botiquín de primeros auxilios, junto con el omega rubio comenzaron a limpiar las heridas que había en los pómulos y labios de su hermano menor, ambos estaban controlando el impulso de ir contra el desgraciado de su progenitor.
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Resultado de las hormonas.
FanfictionNunca debieron aceptar aquella invitación a casa de la familia Charlotte. Seis omegas, seis alfas, y seis futuros pequeños en camino. Copas, habitaciones, aromas combinados, todo terminó en una noche desastrosa donde terminaron acostándose con perso...