🌸 Pink Memory 🌸

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Rubén llegaba de haber hablado con su amigo y se encontraba llorando bajo el cerezo de atrás de su casa
¿Porqué lloraba?
Se acababa de enterar que Samuel, que SU Samuel le había pedido matrimonio a Lolito.

Estaba destrozado preguntandose mil veces ¿Porqué a él? Mientras caían lágrimas dolorosas por sus rosadas mejillas.

Estaba ahí, queríendo desaparecer abrazando sus piernas para aliviar su pobre roto corazón sintiendo como los petalos del cerezo acariciaban su piel cada que caían con las pequeñas rafagas de viento.

-No me gusta verte así-

Rub al escuchar la voz de Sam abrazó más sus piernas hundiendo su rostro entre ellas. No quería verlo, quería estar solo.

Sintió como una mano acariciaba su cabeza con delicadeza. Con eso no pudo evitar al menos levantar un poco la cabeza para verle.

Vaya sorpresa se llevó al notar un cambio en Sam. Soltó sus piernas mientras le veía.

-S-Sam?-

-No soy Sam. Oh bueno, lo soy pero... No soy el que te lastimó-

Dijo el chico azabache con... ¿mechones rosa? Y... ¿Ojos rosa?
Era exactamente igual a samuel excepto por eso y su vestimenta. Rubén estaba claramente confundido, no entendía quién era él tipo que estaba frente a él mirandolo con preocupación y... cariño.

No pudo evitar recordar las veces que Samuel le había mirado de esa forma

-Quién... quién eres?-

Preguntó rub en un leve sollozo mientras limpiaba sus mojadas mejillas del llanto que lo había dominado momentos atrás. Sam le rodeó con sus brazos apoyando su mentón en el hombro de Rubén.

-Samuel. Pero el que te ama de verdad-

Sam se separó un poco del abrazo iniciando con unas suaves caricias en las orejitas de oso pertenecientes al híbrido triste. Él sabía que le gustaba las caricias en sus orejas.

-No quiero que llores por alguien que no te merece-

Rub aún no entendía muy bien que estaba pasando pero algo en su cabeza le decía que se empezaba a volver loco.

-Tú... No eres real-

El de ojos rosa suspiró ante eso y atinó a negar con su cabeza. No era real y no le iba a mentir a su amado.

-Estoy enloqueciendo-

Dijo el híbrido levantándose del césped y volteó para mirar al supuesto Samuel.

-Era obvio que no eras real, ese Samuel que se preocupaba por mí ya no existe. Solo escucho mierda saliendo de su boca ahora y sé que no me quiere cerca-

Soltó un suspiro y entró a su casa con intención de ir a descansar puesto a que estaba anocheciendo. Apesar de querer descansar él sabía perfectamente que no podía, hace 3 días se había enterado de la noticia y desde ahí había empezado a sufrir de insomnio.

Aun así cerró sus ojos fingiendo dormir mientras sus ojos volvían a humedecerse pensando en aquellos recuerdos donde el azabache decía amarlo con locura y prometiéndole que jamás lo dejaría.

"Que mentiroso fuiste aquella vez, De Luque... "

Y así concluyó la noche.
Un hogar oscuro y silencioso en el cual solo se escuchaban los sollozos dolorosos de un híbrido con el corazón roto.

- No me gusta verte así -

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- No me gusta verte así -

Dijo un azabache con una mirada de preocupación y cariño hacía el híbrido que yacía llorando en su lugar de pesca.

- Ah, Sam... No te oí llegar-

Dijo Rubén secando sus lágrimas viendo a esos ojos violenta que tanto amaba.

-Doblas... Estás bien? -

Preguntó el ojos violeta acariciando con delicadeza la mejilla del menor mientras le sonreía levemente.

-Si, solo estaba pensando-

-Sobre? -

El Albino teñido suspiró antes de hablar.

-Nada de lo que te tengas que preocupar-

-es por Akira, cierto? -

El ojiverde solo atinó a concentrarse en su pesca de manera silenciosa ignorando la suposición del contrario.

-Rubén... -

Dijo Samuel acercándose más hacia él y tomando suavemente su cintura provocando un notable sonrojo en las mejillas del híbrido.

-Si és por eso entonces no deberías de preocuparte. Akira solo es una amiga, mi corazón ya és de alguién más, quieres saber de quién? -

Preguntó pero al notar que él oso no planeaba hablar pretendiendo no escucharle nada de lo que decía. Samuel sonrió y beso la mejilla del híbrido.

-Mi corazón le pertenece a un tontito travieso con orejitas de oso y de apellido Doblas-

Ante eso Rubén se giró lentamente hacía él estando confundido pero a la vez calmado.

-Te amo, Doblas y prometo nunca dejar de hacerlo-

Dijo el azabache acercando más a su amado con el agarre que tenía en su cintura y juntó sus labios con los de su hermoso albino.

" de verdad te creí ese día"

" de verdad te creí ese día"

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