El relativismo detrás de la apropiación cultural

Conclusión

Defendida por unos y repudiada por muchos otros, la apropiación cultural es un tema interesante y extenso en su polémica, por lo que sería imposible explicarla de manera completa en este ensayo tan pobre. Aquí solo se rasgó la superficie de su naturaleza.

Poco o nada se puede concluir con certeza a partir de las páginas anteriores, pero si hay dos cosas que este trabajo buscaba introducir en el debate o, al menos, sacar a la luz, es el hecho de que la apropiación cultural es, dentro de la ética, muy subjetiva (como cualquier otro tópico moralino). También, que es una práctica milenaria y uno de los motores clave para de la formación del arte, las tradiciones, costumbres y rasgos culturales. Como bien nos hace ver Boas, no existiría la diversidad cultural sin la aculturación, sin el intercambio o la inspiración cultural; es imposible, como también lo es encontrar originalidad absoluta entre de las sociedades que pueblan el globo. Por otro lado, las clasificaciones académicas que se hacen para demarcar grupos humanos solo sirven para darnos una idea de las transiciones culturales que se dan entre estos, pero jamás podrán señalar con aseveración donde termina una cultura y empieza otra.

Ya para finalizar, no hay que quedarse con la idea de que la apropiación cultural es una acción benevolente; al contrario: está más que comprobado que esta práctica puede llegar a perjudicar a sociedades enteras en muchos casos. Sin embargo, sería osado afirmar que, por lo tanto, cualquier intento de aculturación, por descarte, es nocivo. Creo yo (y esta ya es una opinión muy personal), que cada caso es relativo y debe ser analizado a detalle para poder llegar a un veredicto confiable; pues me parece que la apropiación cultural (si es que así debe ser llamada), si bien es peligrosamente dañina, al mismo tiempo puede ser una herramienta de enriquecimiento entre comunidades distintas, un arma de la tolerancia para enfrentar prejuicios y una llave de la alteridad para alcanzar, no la homogeneidad, pero si una clase de entendimiento profundo y en constante renovación dentro de este mundo tan conflictivo.