Como Una Canción.

Por fin te encontré.

Al inicio las cosas no fueron fáciles, la primera vez que lo vió su imagen se quedó grabada en su mente, siempre pensó que el negro era su color y no solo por el apellido. Lamentaba cada segundo de ese primer año dónde se dejó llevar por los prejuicios y la inmadurez de la infancia.

Gracias a Merlín, Regulus intervino y logró que dejaran de ser tan bestias con el, no había día donde no le agradecería, por eso logró conocer a la gran persona que se escondía debajo de todas esas capas de ropa desgastada. Para su sorpresa le encantó.

No fue fácil para el ver más allá de "Quejicus", pero fué más difícil hacer que el lo viera más allá de "Black", casi dos años para que Severus logrará sanar todo el daño y confiar en el.

Nunca sospechoso de sus sentimientos hasta que lo vió con Avery, aún recuerda que estaba dando la vuelta por los jardines con sus amigos, cuando vió su cabello resaltar de entre la multitud, solo que estaba acompañando, no le extrañaba, cosas buenas habían surgido de su amistad, Severus logró dejar atrás parte de su ansiedad social y el aprendió a ser más tolerante con lo que no le grada. Pero eso no explicaba, el porque le estaba sosteniendo la mano mientras caminaban.

Molesto porque podría estar molestando a Sev, decidió dejara sus amigos con la palabra en la boca e ir a investigar.

-¡Hola, Sev!- Saludo con una sonrisa angelical, misma con la que encaró a Avery.- Si lo sueltas, por favor. Nadie te dió permiso de tocarlo.

-Para tu información, Black.- Escupió el apellido y se acercó más a Sev.- El es mi novio y me dejá sostener su mano, porque es lo que hacen las parejas.- La tímida sonrisa de Sev por ser llamado "novio" y la vergüenza en sus ojos por algún motivo se lo confirmo.

-¡Ohh! Lo siento, no estaba informado.- Murmuró observando dolido a Severus mientras se retiraba. Alcanzó a escuchar como Sev le decía "Espérame, debo ir con el, debe estar enojado porque no se lo dije", ojalá esa fuera la respuesta, pero ni el la tenía, solo sabía que se sentía derrotado.

- Sirius, yo... ¡Ah!, Permíteme, déjame tomar aire.- Después de una corta carrera lo alcanzó, esperó a que el chico tomara aire.- Una disculpa, te lo iba a decir, no tiene mucho que empezamos a salir, de verdad te lo iba a decir, pero no hemos coincidido en estos últimos días.

- Si..., no te preocupes, solo me tomo por sorpresa, es todo.- Prefería no indagar más en el sentimiento y seguir así.- Cuéntame cómo paso.- La avergonzaba y pequeña pero brillante sonrisa de Sev le dolía y no sabía porque, si antes lo llenaba.

- ¡Eh!, ¿Qué te puedo decir?, No habíamos hablado mucho antes, porque es un año más grande que yo, pero Lucius me pidió un favor y me ví en la necesidad de hablarle, gracias a ti, soy más "amigable" y poco a poco se fueron dando las cosas.- Para ese momento ya estaban sentados en las jardineras.- Hace 3 días, me dijo que quería ser algo más que amigos, veremos a dónde nos lleva.

Después de esa plática habían sucedido muchas cosas, gracias a la intervención de Remus, entendió que era ese sentimiento agridulce, entendió porque su silueta siempre estaba en alguna esquina de su mente, sin molestar ni desaparecer. Para cuando entendió sus sentimientos ya era tarde, la pareja estaba feliz, su relación los estaba llevando a celebrar su segundo aniversario. El ya estaba listo para empezar a despedir a su amor secreto.

Tiempo después de entrar a su sexto año, llegó la oportunidad que tanto había estado esperando, la pareja había terminado, todos esperaban un mega chisme, nadie termina una relación de casi dos años por nada. Buscando información fue como llego a esta situación.

-¿Por qué estás tan sólo?- Se sentó delante de el para verlo a los ojos.

- Supongo ya debes saber las nuevas noticias. - Susurro con una sonrisa triste, cuando levantó la mirada por la mano de Sirius sosteniendo su mejilla vio como asentía.- Bueno, no fue gran cosa la verdad, Avery fue un gran hombre, pero dice que ya no siente lo mismo por mi.- Le estrujaba el corazón, la mirada y sonrisa nostálgica de tan bello chico.- Honestamente no lo culpó, el es aventurero y arriesgado y social y genial..., y yo soy todo lo contrario, incluso cuando me terminó fue tan lindo conmigo... que...- Sus palabras se estaban ahogando en su garganta y poco después empezó a llorar.