Cap.𝟐𝟓

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Estaba desempacando lo que había traído, habíamos llegado a invernalia hace una hora mas o menos, todo el viaje me permití irme durmiendo, había podido recuperar las horas de sueño perdidas y me sentía con mucha energía

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Estaba desempacando lo que había traído, habíamos llegado a invernalia hace una hora mas o menos, todo el viaje me permití irme durmiendo, había podido recuperar las horas de sueño perdidas y me sentía con mucha energía.

No había podido ver a Cregan aun, me habían informado que estaba de cacería y no volvería hasta la cena, sabia donde había ido, pero prefería quedarme en el castillo, hacia mucho frio afuera y por mas que me gustara ese tipo de clima, no quería contraer un resfriado tan pronto.

Anoche me lleve un gran susto al ver la cabeza de Alys Ríos en mi cama, Aemond había cumplido su promesa y me había traído su cabeza, no sabía cómo haría Aemond para explicar la muerte de Alys y era algo que me preocupaba, lo que le podía pasar a él.

− ¿qué haces querida prima? −hablo Aegon sacándome de mis pensamientos, no había sentido cuando entro.

−desempaco mis cosas Aegon, deberías hacer lo mismo−respondí con ironía, el se había recostado en mi cama mientras observaba lo que hacía.

−para eso están las sirvientas o tu dama−dijo con simpleza, baje la prenda que tenía mirándolo seriamente.

−lo se Aegon, pero también es bueno hacer las cosas por tu cuenta alguna vez, aparte yo creí que para ti las sirvientas servían para otras cosas, ya sabes...como, follar.

−que linda punto de vista tienes de mí−respondió con ironía, yo le di una sonrisa sarcástica y continue mi tarea.

Minutos después vi como Aegon se levantó de la cama, pensé que se marcharía, pero se dirigió hasta mí y me empezó a ayudar, una sonrisa apareció en mi rostro al ver sus acciones, trataba de ver como guardar un vestido y me daba gracia.

−no entiendo estas malditas cosas, ni se por que los tienes, te ves mejor sin ellos−claramente Aegon no podía estar sin soltar un comentaría pervertido, yo me reí y lo empuje suavemente.

−eres un maldito idiota pervertido

−TU idiota pervertido−hablo remarcando el "tu", yo me gire a mirarlo y vi un brillo en sus ojos.

−Te Amo Aegon Targaryen−hablé acercándome a él.

−Te Amo Daenys Targaryen−repitió juntando nuestras frentes.

−te das cuenta que es el primer momento lindo y cariñoso que tenemos? −pregunte en susurro, había optado por cerrar los ojos.

−si...quisiera que fuera así todos los días y ser tu con quien estoy casado−respondió susurrando, percibí el tono de tristeza en su voz.

−yo también Aegon, pero por algo los dioses lo decidieron así−yo creía en el destino y que todo pasaba por algo.

−pues que mala decisión tomaron−replico soltando una risa, yo me reí también y lo besé.

−te prometo que nos casaremos, no pronto, pero lo haremos, tenlo por seguro−sabía que él no creía en mis palabras, pero se aferraba a ellas, aun no le comentaba nada sobre lo que tenía planeado, tenía considerado hacerlo cuando regresemos al desembarco.


−te prometo que nos casaremos, no pronto, pero lo haremos, tenlo por seguro−sabía que él no creía en mis palabras, pero se aferraba a ellas, aun no le comentaba nada sobre lo que tenía planeado, tenía considerado hacerlo cuando regresemos al desem...

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Estábamos todo sentados en la mesa esperando que Cregan se nos uniera, escuchaba como Otto se quejaba una y otra vez la tardanza y que era una falta de respeto hacia el rey no recibirlo en cuanto llego.

Estaba por callarlo pero escuchamos como se abría la puerta del salón y por ella entraba Cregan, sin importarme la política ni lo que pudieran decir corrí hacia mi amigo y salte sobre sus brazos, el me recibió con los brazos abiertos, nos habíamos extrañado.

−te extrañe pulguita−susurro en mi odio, hacia tiempo que no escuchaba ese apodo.

−yo también te extrañe lobito, pero que no se te suba a la cabeza−le respondí con gracia, el soltó una risa y me bajo, volví hacia mi asiento al ver la mirada seria de los chicos.

−lamento no haberlos recibido majestad, como supongo que le comentaron me encontraba de caza, espero pueda perdonar mi descuido−jamás había escuchado a Cregan hablar tan serio, me daba un poco de gracia.

−no te preocupes muchacho, fue un pequeño desliz−respondió mi tío con una sonrisa−por lo que me ha hablado de ti mi sobrina, se que no eres un hombre que cometa estos pequeños errores muy a menudo, solo que no se vuelva a repetir.

−claro majestad.

Cregan tomo asiento a mi lado y comenzamos la cena, estaba hablando con el sobre todo lo que había pasado estos tres años que no lo visite, le Conte de la conquista en las ciudades libres, como logre domar a Caníbal, le pregunte si luego de la cena podíamos hablar sobre un tema que era privado, el accedió.

Cuando termino la cena Cregan me acompaño a mi habitación para poder hablar, todos sabían que Cregan y yo éramos amigos, por lo que no veían con otros ojos el hecho de que el entrara a mi habitación.

−y bien? ¿Qué era lo tan privado y secreto que querías decirme? −pregunto con una sonrisa, pero al ver mi cara seria la suya se borró−que sucede Daenys? Me estas asustando.

−confió en ti, pero necesito que me jures que no se lo dirás a nadie Cregan.

−no te preocupes, no se lo diré a nadie.

Tome aire y me prepare para decírselo.

−quiero ser reina Cregan−solté de golpe, su cara seguía seria esperando que continuara−no planeo usurpar el trono, pretendo hacerlo por las buenas, pero si no ceden, tendré que recurrir a eso, cuento con Jace y Aemond, ellos están de mi lado, me quieren hacer su reina−tomo una pequeña pausa y continue−sería una buena reina Cregan, seria justa con el pueblo, no como mi tío que se deja manipular por Otto Hightower, ni Rhaenyra que se deja llevar por lo que dice mi padre, yo si cumpliría con la verdadera labor de un rey o reina.....necesito saber si tengo tu apoyo Cregan, ¿cuento con el norte?

Luego de aquello la habitación quedo en silencio, Cregan se mantenía serio y no soltaba ninguna palabra, su silencio me estaba dando la respuesta, me levante de la cama y me dirigí hacia la puerta, cuando estaba por abrirla el hablo.

−cuentas con el norte Daenys

Corrí a sus brazos feliz y reímos, sabía que podía contar con mi mejor amigo.

−Eres estupendo Cregan Stark... te quiero lobito.

−yo también te quiero pulguita, sabes que siempre contaras con mi apoyo, y el del norte−dijo con una sonrisa y nos fundí en otro abrazo.

°[𝑨𝒆𝒕𝒆𝒓𝒏𝒖𝒎]° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora