AMARILLO COMO LOS GIRASOLES

Escrito por Janis Moon

William tenia que tomar una decisión drástica y muy compleja, por ahora no estaba su asistente George para pedirle consejo , así que hace lo mismo que ha hecho desde que era un adolescente internarse en el bosque a meditar, estaba seguro que en medio de la naturaleza podría tomar una buena decisión, esa noche acamparía en la orilla del rio, apenas estaba pensando en encender una fogata cuando del agua sale una hermosa mujer, al principio se asusto, pero después quedo maravillado la mujer hacia movimientos eróticos bajo las gotas de agua que caían de una cascada cercana, la mujer no lo había visto, porque cuando el llegó, ella estaba sumergida en el agua, parecía una sirena, tal vez una ninfa, no, en definitiva era una Hada, la mujer sale del agua como dios la trajo al mundo, la luz de la luna llena iluminaba su hermosa silueta , su firme trasero y la redondez de sus encantos, la mujer se sienta en una gran piedra y comienza a peinar su rubio cabello, el esta escondido tras de unas rocas admirando la belleza de esa hermosa mujer, ella miraba las estrellas mientras lloraba. Después se pone unas ropas feas de hombre y se va.

Tres días seguidos el señor William se deleita con ese bellísimo espectáculo , esta vez decide seguirla para su sorpresa esa mujer trabaja en su campo de girasoles, pero porque? ese trabajo no es para una mujer como ella. Al día siguiente la ve llegar al campo, pero primero la mujer toma barro de la tierra y se unta un poco en cara después va al al chiquero de marranos, pasa un dedo en la popo de los cerdos, y se unta en las muñecas y atrás de las orejas, pero porque hace eso?

En eso Uno de los encargados de los campos va pasando junto a ella y dice: Rayos Walther que feo apestas hazte para allá.

Ahora William entendía porque la mujer hacia eso; porque oliendo feo, alejaría a los hombres de ella.

Hey tu Walther carga ese costal y llévalo para adentro!!!, decía el capataz.

La mujer muy apenas, y con gran esfuerzo puede cargarlo.

Permíteme ayudarte decía William el patrón, el dueño de todo a cientos de millas a la redonda, como era de esperarse el imponente hombre de 1.90 de alto fácilmente carga el costal.

No era necesario que me ayudara señor William yo puedo hacerlo por eso estoy aquí, es mi trabajo decía Walther muy asustado.

Todos los presentes se quedaron con la boca abierta.

Ven Walther acompáñame a mi oficina necesito hablarte decía William.

Ya en privado William observa a la mujer y a pesar de traer esas feas ropas estar llena de lodo y oler feo, sus grandes ojos verdes resplandecían como dos piedras preciosas que brillan con los rayos del sol.

William dice: Mis trabajadores son tan estúpidos que no se han dado cuenta que eres una mujer pero yo ya lo descubrí , necesito que me digas que haces en un lugar como este? por favor No te asustes solo quiero ayudarte, cuéntamelo todo.

No entiendo que es lo que quiere que le cuente? No se como empezar decía la rubia mujer muy temerosa.

Me da la impresión de que huyes de algo o te escondes de alguien, necesito saberlo todo para poder ayudarte juro que esa es mi intención ayudarte, me dijeron que eres de new york bueno cuéntame con quien vivías en new york, dímelo todo hasta llegar al día de hoy. Yo guardaré silencio hasta que termines de contármelo todo, ya veras que no te arrepentirás de haber confiado en mi.

El trato amable y gentil del imponente hombre hizo que la mujer le contará toda su historia y dice:

Candy tenia solo 10 años cuando llegó a vivir a la Ciudad de New York para trabajar en un restaurante a pesar de su corta edad hacía con eficiencia cualquier encomienda que se le pidiera, sin protestar todo el día se la pasaba lavando platos, sartenes, cucharas y demás utensilios , ayudaba en la cocina y en la limpieza, las familias con las que Vivía eran muy buenas con ella, o al menos eso pensaba Candy, le habían dado su propia habitación con una cómoda cama , no había humillaciones, ni regaños injustificados y mucho menos golpes , era tan inocente que no veía que en realidad la estaban explotando, trabaja desde las 5 de la mañana hasta las 10 de la noche, no había día de descanso y mucho menos salidas a pasear, la pequeña Candy era muy útil y valía oro para las dos familias con las que Vivían, Los Copper y Los Walther.