Los exámenes fueron un golpe duro. Cuando vi los resultados, me di cuenta de que había sacado casi todas las notas perfectas, gracias a Lucia. Me emocionaba pensar en la inteligencia de la gente aquí y en cómo sus decisiones podían moldear el futuro de otros.
Este lugar parece una fábrica de líderes, creando a quienes manejarán los gobiernos y las empresas más importantes del mundo.
En el cuadro general de notas, los nombres estaban ordenados de acuerdo a sus calificaciones:
1.- Mirian Isabel Velez Arui 10
2.- Lucia Fernanda Morí Dovel 10
3.- Milton Rafael López Hernández 10
4.- Amanda Daniela Gutiérrez Torres 10
5.- Isabel María Gómez Vargas 10
6.- Julián Alejandro Torres Gómez 10
7.- Flor Alejandra Ramírez Díaz 10
8.- Mary Elvira Pineda Flores 9,99
9.- Miguel Ángel Álvarez Ortiz 9,99
10.- Armando Enrique García Morales 9,99
Llegué al puesto 16, casi de milagro. Aún me falta mejorar; juraba que esta vez iba a entrar en el top 10, por lo menos. Solo queda el tercer nivel para ver qué tan bueno soy.
Entramos en vacaciones de nuevo y realmente no sé qué hacer. Estoy considerando seriamente pasar estas vacaciones estudiando, porque si no logro llegar a las primeras posiciones o al menos al top 3, me voy a frustrar mucho.
Sin embargo, tengo dos cosas importantes que resolver: Amanda me invitó a pasar las vacaciones en un crucero escolar con otros estudiantes, amigos suyos. Además, ya sé quién es "MIVA": la persona en el primer puesto de calificaciones generales, pero no la conozco. Si nunca he hablado con ella, ¿por qué me atacaron? Tendré que hablar con ella.
Al día siguiente, todo el mundo partía a su casa para reencontrarse con sus amigos. Sin embargo, yo no me iba a quedar con la duda de saber qué fue lo que hice para que Mirian me tratara así. Por suerte, lo encontré a él en su dormitorio.
—Por suerte, sigues aquí.
—Escuché que ya golpeaste a todo mi grupo, ¿falta yo, cierto?
—Sí, bueno, no los quise golpear así de la nada...
—Entiendo, los golpeaste porque sin conocerte te dimos una paliza en conjunto que te mandó dos semanas a recuperación.
—Te equivocas. No soy rencoroso; ya los había perdonado al recuperarme. Sin embargo, tampoco podía permitir que me golpearan de nuevo sin razón. Tengo amor propio.
—Vale, vale. Sobre lo que pasó, aunque sé que no me vas a perdonar, lo siento.
—Te equivocas, ya te perdoné. Solo quería saber quién era Miva. Como ninguno de los cuatro me dijo, tenía que hacerles algo de mérito.
—¿Quieres que te diga quién es?
—No, ya lo sé: Mirian Isabel Velez Arui. Lo que sí quiero saber es, ¿qué fue lo que le hice a esa chica para que me maltrataran así? No la conozco.
ESTÁS LEYENDO
Colegio de ricos, seguramente no te lo puedes permitir
Dla nastolatków¿Por qué una persona inscribiría a sus hijos en una academia de solo estudiantes adinerados? No, no es por los contactos. En la Escuela de Excelencia Gonzáles, especializada en llevar tus habilidades y destrezas al máximo nivel. Durante 25 años, han...