Sus sentidos apenas despertando comenzaron a percibir aquel mal olor del día anterior. Su nariz se encogía por cada respiración que Seonghwa daba, intentando parar aquella maloliente sustancia que no sabía de donde provenía. Con la mano cubriendo su nariz y los ojos apenas abiertos por la temprana hora en la madrugada, Seonghwa alejó su cuerpo de las sábanas que lo envolvían e intentó buscar el lugar de donde provenía la peste, hasta que, en la oscura puerta que daba hacia el pasillo, pudo ver la pequeña sombra de Hongjoong, solo que más pequeña de lo que solía ser antes.
"¿Hongjoong? ¿Qué haces aquí?" Seonghwa habló, pero Hongjoong nunca le respondió.
Seonghwa despierta de aquel sueño y en cuanto vuelve a levantar su cuerpo tal y como lo hizo minutos atrás en la pesadilla, ve la sombra de Hongjoong alejarse de la puerta.
Seonghwa va tras él. Hoy era el primer día en el que se adentrarían en el bosque y buscarían los hongos para comenzar con su investigación, por lo que su primer pensamiento fue que Hongjoong decidió irlo a despertar para comenzar con eso juntos, pero no entendía el porqué de su rápida desaparición en su habitación. Así que, asustado por el reciente sueño y desconcertado por la huida de su amigo, Seonghwa baja las escaleras intentando seguir a Hongjoong través del ruido de sus pasos sobre la vieja madera de la cabaña. Una vez llega a la planta de abajo, comienza a llamarlo por su nombre, sin obtener respuesta alguna y, aún más raro, sin verlo en ningún extremo de la sala o cocina.
Seonghwa ya más desconfiado regresa al segundo piso de la casa, yendo a la habitación de Hongjoong en cuanto el miedo logra convencerlo de no querer estar solo.
A pesar de encontrar a Kim tiernamente durmiendo envuelto en todas las sábanas de la cama y un poco de saliva fuera de sus labios, tuvo mucho más miedo.
Siente escalofríos en su cuerpo una vez supo que la sombra no era de Hongjoong y que él no fue hasta su habitación a despertarlo.
Seonghwa entró a la habitación del rubio intentando olvidar lo que vio, contemplando a su amigo dormir, quien tenía ambas manos hechas puños cerca de su cuello, las blancas piernas fuera de las cobijas y el torso completamente enrollado en una de las sábanas más delgadas de la cama, sin olvidar mencionar el alborotado cabello rubio teñido que estaba esparcido por toda la almohada y un rastro de saliva corriendo fuera de su boca.
Tierno. Pensó Seonghwa.
No es que Hongjoong fuera una persona adorable como Park describía, pero a sus ojos, Kim parecía un ángel sacado del bendito cielo, no solo fisicamente, Hongjoong era realmente increíble. Seonghwa podría pasar horas y horas hablando con él, diciendo tonterías juntos, riendo y compartiendo anécdotas y jamás podría cansarse de aquello. Hongjoong siempre estaba para él y su maldita actitud encantadora tenía a Seonghwa en la palma de su mano, deseando a Hongjoong como cualquier persona que lo conociera.
Definitivamente a Seonghwa le gustaba Hongjoong, pero no veía un futuro cercano para que le confesase la verdad. Mucho menos cuando sabía que Hongjoong no lo elegiría ni en mil años.
Sin embargo, Seonghwa era ciego y Hongjoong lo suficientemente tímido para que ninguno mueva un dedo por el otro.
Decidió dejar de pensar como un adolescente y continuó viendo a Hongjoong dormir, hasta que el rubio habló.
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𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐥𝐮𝐳 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧 𝐚𝐬𝐮𝐬𝐭𝐚𝐧; 𝘀𝗲𝗼𝗻𝗴𝗷𝗼𝗼𝗻𝗴
FanfictionA punto de graduarse como ingenieros en biomédica, Park Seonghwa y Kim Hongjoong deberán presentar una tesis justificada mediante una investigación acerca del uso de hongos para tratar tumores cancerígenos. Al comenzar la investigación, se dan cuen...