Prólogo.Siglos atrás...
Atlantida.
-¿Sabes?..me gusta mucho que estés aquí conmigo.
-¿así?
-si,deberíamos hablar con nuestros padres y formalizar nuestro compromiso.
Zabat,se estremeció al escuchar la palabra compromiso. Eso no estaba en sus planes.
-claro..- dijo el y se levantó del lecho donde se encontraba con una dulce sirena. - me tengo que ir.
-¿Pero por qué? La estábamos pasando muy bien.
-lo se,pero tengo cosas que hacer. - dijo él al ponerse los pantalones de cuero.
La sirena se levantó desnuda y acaricio su espalda.
-solo piénsalo, nuestros padres estarían contentos de formar una unión.
-Astrid. - dijo Zabat y se giro para verla. - eres un encanto de mujer. Pero no podemos hacer eso.
-¿Por qué? ¿Es que acaso no me amas?
-ah…claro. Solo que no es momento para mí. Así que voy a pedirte un favor. No le digas a tus padres de lo nuestro. Hasta que yo te diga. ¿De acuerdo preciosa?
Beso su frente y caminó rápidamente para salir de aquel lugar.
-! Zabat!!..
El grito de aquella mujer hizo que acelerara más el paso para salir de aquel palacio. Cuando salió saltó al agua.
Al tocar su cuerpo sus piernas se convirtieron una cola con aletas y sus piel en escamas, nado rápido hacia la superficie para ir a tierra firme.
Cuando su carrera fue interrumpida por una par de pulpos gigantes que se atravesaron en su camino.
Se detuvo .
-¿Que quieren?
El rey Poseídon quiere verlo en su palacio,su alteza..
Hablaron los Pulpos en la mente de Zabat.
-Ahora que..- murmuró voz baja - dígale a mi padre que estoy muy ocupado.
Trato de nadar ,pero el pulpo estiró su tentáculo enredado su cuerpo.
-¡pero que demonios hacen.!
El rey pidió que lo llevarán a la fuerza si se résistia...
Los pulpos lo llevaron con ante su padre.
Zabat no hizo ningún movimiento para zafarse. Estaba tan cansado que no podía hacer un movimiento, esa mujer lo había exprimido cómo una almeja sacando el relleno,era una suerte que no se haya desmayado mientras nadaba. Ambos pulpos sumergieron el agua y lanzaron a Zabat sobre la piedra mármol que daba la entrada al palacio.
-¡Oigan deberían tener más cuidado!. - gruño Molesto.
-por fin apareces.
Zabat miro hacia la entrada del palacio ,noto su querido padre Poseidón cruzado de brazos sobre su pecho con una cara de molestia.
-hola padre..- se puso de pie cuando sus piernas aparecieron - yo también me alegro de verte.
-Tienes idea cuánto me costó hallarte en estos días. ¿Dónde estabas?
-por ahí. - dijo caminando hacia su padre,pero noto que lo miraba aún molesto -¿Que?
-cinco moustros marinos salieron de su caverna.
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El Atlante ( saga los medallones kidemona) libro 12.5 + 18
RomanceSer un hijo de Dios era demasiado trabajo,sobre todo cuando tú padre es uno de los dioses olímpicos. Pietro Zabat estaba cansado de estar obedeciendo reglas, cómo hijo de Poseidón tenía que ocupar su lugar en Atlantida a lado de su padre para gober...