Cap. 3 Carne Fresca

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༺═───────⊰❪ CARNE FRESCA ❫⊱───────═༻

❛03 • Punto de vista de Nicholas Wilde •

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—Te tengo tantas ganas, que ya no sé dónde guardarlas —sinceré. No iba a disimularlo ni tampoco tenía porqué contenerme. Desvié mi rostro hasta su garganta para darle una última aspirada al adictivo aroma que me traía como un maldito loco.

Solté su muñeca y de un tirón descubrí su cuello. Deseaba tocar su piel.

—N-no... Aquí n-no...—tartamudeó con nerviosismo, pero la ignoré; quería que fuese rápido antes de arrepentirme.

Me relamí los labios, encantado; estaba tan cerca de probarla por primera vez—. Carne fresca...—pensé, al instante que abría mi boca para darle una suave y delicada mordida, provocándole de inmediato un escalofrío que llegó justo después de rosarle mis colmillos.

—Mmm...—un sonido de placer salió de sus dulces labios, motivándome a repetir los sutiles mordiscos, uno más fuerte que el anterior.

Mientras mi boca se entretenía con la tierna piel de la coneja, una de mis manos recorría suavemente su esbelta silueta, dando ligeros y morbosos masajes de arriba hacia abajo, los cuales eran bien recibidos por parte de ella. Al tenerla así, a mi merced, podré saciar mis lujuriosos instintos—. Tan sabrosa...—jugueteé, repartiendo un hilo de besos hasta su hombro.

—¡Nick! —se espantó. Seguro creyó que mi naturaleza salió a flote y por ende intentó alejarme, pero ni siquiera tenía la fuerza necesaria para moverme; ella estaba extasiada y, por lo tanto, débil.

—Te comeré, no literalmente —me burlé en un susurro.

Su respiración se agitó conforme iba subiendo la intensidad de mi contacto debido al creciente deseo que tengo por poseerla—. Ahh... Ah...—sus leves pero constantes jadeos me invitaban a seguir, ignorar mi alrededor, perder la noción del tiempo y nublar mi capacidad de discernimiento; a pesar de ello, nada más importaba, pues nunca tuve una conciencia moral capaz de rendir pleitesías a una sociedad que siempre me marginó.

Repentinamente una corazonada me regresó a la realidad.

—¿Soy quien tú quieres como pareja? —levanté la mirada para conectarme con ella, buscando exasperadamente una razón. La consecuencia será un riesgo social, el cual correríamos si esto se formaliza.

¿Estaría dispuesta a truncar su esplendoroso porvenir? —mi consciente conocía la verdad.

Mi presencia oscurecería su camino.

—¿Vas a negar... Tus sentimientos? —situó una de sus manos sobre mi mejilla para brindarme una tierna caricia, mientras esperaba una contestación que no llegará. Lamentablemente no somos dignos el uno al otro, sobre todo yo al ser nocivo para las presas. Quizá sí tenga un sentimiento por Judy, pero me confunde su esencia corporal, que me llama y obsesiona—. ¿Qué piensas, Nick?

Entrecerré los ojos—. ¿Quieres saber lo que pienso? —le otorgué una sonrisa, a la vez que negué con la cabeza. A ella no le gustaría saber el conflicto interno por el que estoy pasando—. Será mejor que conserves la duda.

—Puedes decirme...—se escuchó desesperada—. ¡Quiero saber! —suplicó con la mirada, justo cuando acariciaba mi pecho para luego tirar de la corbata de mi uniforme.

—¿Sabes con quién te estas metiendo? —contesté y al segundo continúe tocándola. Descendí hasta su espalda baja apurado por la necesidad de tocar su carne, pero sabiendo que porta el traje policial el cual mantiene bien segura su retaguardia, elegí rodear sus caderas hasta llegar a su cintura y clavarle las uñas con tantas ansias que acabé recibiendo un sonoro gemido como respuesta.

Instinto Erótico {Nicudy}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora