Capítulo: 37

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Emilio despierta sobresaltado durante la mañana siguiente, así que estando totalmente dispuesto a tener un día productivo, se levanta de la cama.

Vuelve a poner sus botas en sus pies y ordena el lugar que había ocupado, suelta un suspiro y sale del área de enfermería con el dibujo entre sus manos.

Caminaba lento ante las punzadas de dolor que invadían su abdomen, tendría que ponerse una venda alrededor para apretar la zona.

Emilio va hacia el cuarto que compartía con ZanJin y a penas entra ve el desorden que había, cierra sus ojos y cuenta mentalmente hasta diez.

Ignora el hecho de que la habitación estaba hecho un asco y camina hacia donde estaban sus utensilios, abre el cajón que le pertenecía y guarda el dibujo ahí.

Él mismo se había asegurado de que estuviera a salvo.

Remueve su ropa hasta encontrar una venda y un par de alfileres de gancho.

Desabotona su camisa y la quita con toda la lentitud del mundo, observa minuciosamente su herida y hace una mueca al sentir como comenzaba a picarle la zona del alrededor.

El pirata toma la venda y comienza a pasarla por el alrededor de su abdomen, sin presionar demasiado, pero mantiendo segura la zona y los puntos.

Finaliza el vendaje con los alfileres de gancho y vuelve a ponerse su camisa.

Sale de su habitación para ir a cubierta, abotonaba cada botón mientras mantenía su mirada al frente, quería ver que tan dañado había quedado el Dragon.

El oji-verde tapa un poco sus ojos ante la intensidad del sol, se da el tiempo de acostumbrarse a la luz y sigue avanzando, mira hacia donde estaba la sirena y ve que estaba amordazada.

Emilio se encoge de hombros y decide no acercarse otra vez, le daba muy mala espina y cada vez que estaba cerca de ella su piel se erizaba.

El oji-vede la ignora olímpicamente y va hacia la parte superior, quería estar al lado de su capitán.

Li a penas lo ve alza ambas cejas y abre sus labios para ordenarle que fuera a descansar.

__Estoy bien, tengo una venda, quiero tomar aire__explica rápidamente y los labios del pelinegro se cierran, finalmente decide dejarlo estar ahí.

__¿Te duelen?

__Me pican, ya están cicatrizando__Emilio apoya sus manos en el barandal de madera y cierra por un momento sus ojos dejando que el viento húmedo golpeara su cara__¿cuánto falta para llegar?

__Un día y medio, ya pasamos las tormentas y el mar de medusas__el oji-verde sonríe ante la información y tararea a gusto.

__Eso me pone tan feliz que pondría a todos esos idiotas a bailar__Li mira brevemente hacia donde había apuntado su mejor amigo y ríe cuando ve a los demás tripulantes apostando.

Emilio mira el bolsillo de los pantalones de Li y ve como se asomaban unos par de cigarrillos junto a un encendedor, sonríe levemente y estira su mano hasta ahí.

Logra sacar un cigarrillo antes de que el ojimiel se diera cuenta de lo que estaba pasando.

Emilio ríe y termina por sacar el encendedor, se lleva el cigarrillo a los labios y cubre con su mano este para luego encender el tabaco, tararea gustoso y la da una calada, deja que el humo permanezca en su garganta y luego lo suelta.

__Necesito una botella de Ron__murmura y le lanza el encendedor a Li, este lo atrapa en el aire e iba a replicarle al oji-verde que no debía beber.

Pero en cambio Emilio se sube sobre el barandal de la madera de la escalera y se desliza a través de esta.

Li suelta un bufido, luego no lo quería verlo quejándose de dolor.

El rizado aterriza en la cubiera y se acerca hacia el grupo de piratas que estaban apostando, sin siquiera preguntar toma la botella de Ron que estaba consumiendo ZanJin y la lleva a sus labios.

__¡Hey! Eso es mío__Emilio lo mira de reojo y empina más la botella.

Finalmente deja de beber y suelta un carraspeo ante la quemazón que se había formado en su garganta.

__Me lo debías, la habitación está hecha un asco gracias a ti__el ojiceleste se queda callado y gruñe por lo bajo.

Emilio ríe y vuelve a darle un pequeño trago a la botella.

__¿Por que te ves como si estuvieras celebrando?__Ji-Yang mira hacia a Emilio para luego mirar sus cartas.

__Porque hemos pasado lo peor, sobrevivimos al monstruo más temido de todos los tiempos y pronto cobraremos venganza y seremos jodidamente libres, eso se merece una celebración__Emilio deja la botella en donde estaba y ve como sus compañeros se mantienen en silencio, esperaba tener una respuesta positiva ante todo lo que había dicho.

El primero en levantarse es Ji-Lin, Emilio sonríe ante eso y levanta la mirada hacia Li el cual ya estaba riendo.

De pronto la cubierta se había vuelto un caos, todos estaba bebiendo y recordando momentos históricos que había pasado juntos.

__Se acuerdan esa vez que tuvimos que escapar a través de una granja y Emilio chocó contra el establo, Ji-Yang y yo lo tuvimos que llevar porque había quedado inconsciente.

Emilio deja la botella de Ron de lado y le da una mirada confundida a ZanJin.

__No recuerdo eso__el ojiceleste le da una mirada obvia y Emilio frunce aún más su ceño ante eso.

__Claro que no lo recuerdas, estabas inconsciente__y como si fuera la mejor broma antes contada, todos sueltan sonoras carcajadas y Emilio no podía estar más ofendido.

Ni siquiera recuerda haber chocado con un establo, joder, quizás había perdido un poco la memoria ante el golpe, porque todos parecían acordarse menos el.

__O esa vez que acampamos en el bosque y ZanJin molestó a las hadas ya que sin querer destruyó sus pequeñas casas__todos se mantienen en silencio ante eso.

Juraban que las hadas se habían molestado con ellos por el hecho de haber usado madera de los árboles.

Emilio mantiene la mirada sobre su compañero de habitación.

__¿Cómo?

__¡Fué sin querer!

Y sin más Emilio ríe con fuerza, su abdomen duele un poco ante eso, pero lo ignora.

Le hacia bien el hecho de compartir con sus compañeros, le gustaba ver que todos estaban sanos y salvo, ya había pasado lo peor.

OCEAN HEART (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora