🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.

🚔.38.🚔

Tal vez ese momento era el que ambos llevaban deseando desde hacía demasiado tiempo, pero verte de verdad en la situación que tanto imaginaste nunca es lo mismo.

Taehyung se había sentado en el otro extremo del sofá donde Yoongi tomaba su chocolate caliente directamente del termo con las piernas cruzadas cubiertas por la manta. Tamborileaba sus largos dedos sobre las rodillas y negó con la cabeza cuando el mayor le ofreció el termo sin decir palabra.

Había habido una confesión en mitad de la madrugada, una noticia solamente dicha para comprobar la realidad de las cosas, una buena borrachera llena de lágrimas, un ataque de pánico e innumerables llamadas de uno y otro que no llegaron a contestar. Ahora estaban solos en la misma casa y ninguno sabía cómo empezar.

—Siento lo de ayer.—Terminó hablando finalmente el más joven, parando de mover sus dedos y suspirando después.

Yoongi lo miró, el chico no lo miraba de vuelta, parecía observar la taza que su hermano había dejado sobre la mesa como si fuese tan interesante que ni si quiera pensaba en sentarse más cómodamente en el sofá.

El pelinegro se removió en su lugar, dejó el termo sobre la mesa de cristal junto a la taza y carraspeó antes de hablar.

—Yo siento que te hubieses enterado de esa manera.—Taehyung lo miró, con ojos asustados, pensando que al final sí que se casaba y él estaba haciendo el mayor ridículo de su vida. Pero Yoongi no le dio tiempo a abrir la boca.—Realmente siento todo, absolutamente todo lo que pasó desde hace dos años a ahora. Os hice daño a los dos, a Jieun y a ti.

Aquello tampoco le dejaba claro si estaba allí para terminar con el corazón roto de nuevo, pero esperó a que el mayor tomase un respiro y encontrase las palabras exactas que quería usar. Taehyung sabía que Yoongi no era un chico de muchas palabras, así que prefirió no avasallarlo a preguntas o con reclamos.

Ya que estaba allí lo escucharía, tuviese lo que tuviese que decirle.

—Jieun... No lo hizo por maldad, no buscaba hacerte daño, ni si quiera mintió.—Sus manos pálidas temblaban un poco mientras se explicaba.—Yo le había dicho que debíamos casarnos, era lo que ella quería, lo que mis padres esperaban desde hacía demasiado tiempo...

Taehyung tragó saliva, pero trató de mantenerse impasible a pesar de la punzada de dolor que le sobrevino al escuchar eso.

—Pero no es tonta, Taehyung y sabía que algo no iba bien. Sabía que no se lo estaba diciendo porque lo deseara...—Parpadeó varias veces, un mechón de cabello largo y brillante le cayó sobre los ojos.—Creo que hacía un tiempo que sospechaba cosas, de ti, de mi...

El castaño siguió esperando, sin decir nada, con los labios apretados y sus ojos fijos en el mayor. A éstas alturas no tenía idea de a dónde le llevaría aquella conversación, pero debía esperar.

—Cuando me mandaste el mensaje de madrugada fue ella quien lo vio primero, no dijo nada, simplemente se marchó en mitad de la noche.—Se encogió de hombros, con la garganta seca y los ojos enrojecidos.—Fue a tu estudio y soltó aquello para ver tu reacción. Sé que no estuvo bien y no me quiero imaginar cómo debiste de sentirte, pero te prometo que no lo hizo para dañarte. Jieun no es así, solo quería comprobar, saber la verdad.

Yoongi ya tenía los ojos cristalizados y Taehyung jugaba con sus dedos de forma nerviosa, sin apartar la vista del pelinegro, con un nudo en la garganta.

—Y vino aquí y...—Volvió a encogerse de hombros, un hipido le cortó la frase y Taehyung sintió cómo sus propios ojos escocían.—Y se terminó. Le conté la verdad, el beso que compartimos hacía dos años cuando ella y yo habíamos roto, nuestras charlas... Se acabó lo que ahora sé que nunca debería haber retomado, os dañé a los dos y me arrepiento tanto...