EFÍMERO #PGP2023

Capítulo 9. | Tu novia.

Los minutos se convierten en horas, las horas en días y los días en semanas.

Exactamente dos semanas han pasado desde que Hardin y yo nos dirigimos la palabra o hemos estado cerca.

Estoy en mi cama, viendo al techo, intentando no pensar en un idiota.

Juego con mis dedos sobre mi regazo y suelto un suspiro largo y sonoro.

Doy vueltas en la cama hasta que decido levantarme, extiendo mi mano hasta la mesita de noche y agarro el frasco de medicinas.

Tomo una píldora y luego la pongo en mi lengua para tragarla, acto seguido bebo un poco de agua.

Pellizco mi sien y estiro mis músculos, me siento tan cansado, abrumado y confundido.

Estás enamoradoooo.

¿Qué? No, no estoy.

Si claro.

No estoy.

Ruedo los ojos y me arrastro hasta la puerta, debo salir de mi habitación, es fin de semana, quiero salir, solo que no sé dónde ir.

Giro la perilla y camino por el pasillo, descalzo, el frío hace que mi piel se erice y acaricio mis brazos intentando entrar en calor.

Mi cuarto está calentito pero el resto de mi casa está fría.

Mala idea salir descalzo y sin camisa.

Bajo las escaleras y no escucho voces abajo, deduzco que mis padres no están ahí.

Como siempre...

Suspiro y miro a mi al rededor cuando llego a abajo.

Un ruido en la puerta llama mi atención, ¿quién es a esta hora?

Miro el reloj en la pared mientras camino hacia la puerta y son las tres de la tarde.

¿Dormí tanto?

Ya parezco koala.

Abro la puerta y me quedo algo sorprendido cuando veo a la persona que está de pie en la entrada de mi casa.

Hago amago en cerrar la puerta nuevamente pero su brazo me detiene y no termino de cerrarla.

—¿No me dejarás pasar?

Pregunta, pero ya está dentro, mierda.

—¿Qué haces aquí? —pregunto, si las miradas mataran ya Hardin estuviese dos metros bajo tierra hace mucho tiempo.

—Se dice "Buenas tardes, Hardin, ¿cómo estás?"

Suelto un bufido por el tono cínico con el que me habla y cierro la puerta de golpe cuando el se para frente a mi.

—No me interesa saber cómo estás —cruzo mis brazos, alejándome de él.

Que imbécil.

Pienso, no digo ninguna palabra más.

—Venía a pedir disculpas —habla, pero sigo dándole la espalda.

—Ya estoy harto de tus disculpas —aclaro, girándome sobre mis talones— ¿Ahora por que lo harás? ¿Por venir a mi casa, dormir conmigo y luego irte y dejarme hablar por una semana?

Mi voz sale más fuerte y con más rabia de la que pensé.

Pero estoy enojado con Hardin.

Hardin Frost.

El tono de voz de Bastian está cargado de rabia, lo puedo entender, no he sido el mejor amigo o...no lo sé, lo que se supone que seamos.

—Bastian no lo entiendes...—bajo la mirada pero vuelvo a verlo nuevamente.