El "tema"

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Era viernes. Caminaba por los amplios vacíos sin gente a excepción de su fiel amigo pelirojo. Ambos se miraron y después de ello Matt arribó el tema.

Pensé que los amigos se decían todo
Dijo encogiendo los hombros caminando aún al costado de Tom en rumbo a la salida.

Yo también pensé eso—
Suspiro pesadamente. Luego de ello llegaron al aula a correspondiente y se sentaron en sus asientos determinados.

La clase paso relativamente lenta, a lo cual Tom decidió pedir permiso para ir al baño. Se quedó parado en medio pasillo, a unos cuantos casilleros de los baños. Con su mano en el rostro y la otra en el pecho.
Maldición Tord. Creí que los amigos se contaban todo.—
Y dió un golpe al casillero que más cerca le quedará.

Cuando volteo a su costado estaba el profesor noruego con su maletín en la mano, espectando la situación silenciosamente.

¿Thomas?—
Retrocedió ligeramente al verle caminar hacia él tan exaltado.
Sintió unas manos tomarle de los hombros y miro fijamente al adolescente frente a él.

Soy Tom, Tord. Tom. No Thomas.—
Nego con la cabeza soltandole, volvió a suspirar y se dió la vuelta.
Solo... Olvida lo que viste. Olvidalo y... No faltes. A la clase de hoy.—
Volvió a su aula y cerró la puerta para proseguir con la clase.

Tord estaba extrañado, más que nada por el extraño comportamiento de su alumno y claro, por lo que habia presenciado en el pasillo.

Sin embargo, después de clases, estos dos terminaron viéndose.
Estaban en un aula, Thomas sentado en uno de los 30 pupitres y Tord al frente de la pizarra. Aun no comenzaba a dar la clase extra.
El silencio era mortalmente incómodo, Tom veía por la ventana mientras el profesor lo miraba a él disimuladamente.

¿Thomas?—
Trato de llamar su atención, pero no lo logro. Intento una vez más solo que aumentando el tono de su voz.
—¿Tom?—

—Profesor Larsson.—
Giro lentamente la cabeza, con la mirada baja que poco a poco fue deslizando hasta dar con la figura masculina del frente.
¿Ya comenzó la clase?—

—...No. Hoy no habrá clase.—
Camino lentamente hacia estar cara a cara con el menor.
Lo miro fijamente, perdiéndose de manera rápida en la mirada sin vida que tenía este.

Entonces supongo que ya puedo retirarme, no le haré perder más tiempo. No hoy.—
Tomó su mochila para guardar sus útiles pero su muñeca fue tomada por una mano ligeramente más grande que la suya.

Thomas. ¿Acaso estás molesto por lo de esa noche?—
Soltó su muñeca. Ambos se miraron a los ojos provocando una fuerte tensión.

No. Estoy molesto porque no me diste un beso de despedida.—
Cerró su mochila y dió un ligero empujón al mayor con la intención de que le dejaste pasar.

¿En serio esa será tu respuesta?¿Es por eso que estás enojado?¿Porque no te bese? ¡Thomas sabes muy bien que no puedo hacer eso!—
Camino para ponerse nuevamente frente a él, bloqueando la puerta de entrada.

¡Es obvio que no estoy molesto por eso!¡Tu sabes a qué me refiero Tord!—
Se exaltó nuevamente, otra vez hubo tensión. Pero la mirada del mayor se ablando.

Claro que lo sé. Y por eso quería aprovechar este momento. Pero al parecer, no tienes tiempo.—
Se hizo aún lado para dejarle el paso libre al menor, yendo hacia el escritorio para sentarse ahí.

Si tengo tiempo... Pero quiero una buena explicación.—
Se dió la media vuelta, caminando donde el profesor para ponerse a la par suya.
Quiero que me digas porque no me contaste antes.—

Tord dirigió su mirada a Tom, colocando una de sus manos en el hombro derecho del mismo.
Tori... Tori es hija de mi ex pareja, ella decidió dármela a pesar de que nunca tuvimos sexo solo porque no estaba "lista" para hacerse cargo.—
Suspiro con decepción.
Entonces Paul me ayudó con los papeles de adopción y hace unos años el cargo se me fue otorgado.—

—No entiendo...—
Tom bajo la mirada, colocando una de sus manos en su nuca.
Si ella no es tu hija ¿Porque se parece tanto a ti? Quiero decir... Tiene tus ojos, el color de tu cabello... Las mismas pecas en las mejillas que tú.—
Y hablando de mejillas, las suyas empezaban a ruborizarse.

Tord cubrió un poco su boca para soltar una ligera risa.
Tu...eres el primero que se da cuenta de las pecas en mis mejillas.—

Tom abrió los ojos ampliamente, retirando la mirada de manera rápida y alejándose un poco del escritorio.

¿En serio? Olvídalo. Yo me voy.—
Tomó su mochila una vez más y camino hacia la puerta para salir del aula mientras llevaba una mano en el rostro para cubrir el rubor.
¡Tonto!¡Tonto!¡Tonto!—

El mayor le siguió después de tomar su maletín y cerrar la puerta.
¡Al menos déjame llevarte a casa!—
Dijo cuando ya estuvieron ambos fuera de la escuela.
Tom se detuvo y volteo, ver esa figura algo despeinada y agitada por seguirle le paralizó lo suficiente como para que le alcanzará.

Uhm... Prefiero que vayas con Tori, ella necesita a su papá.—
Trago saliva y se acercó a Tord. Dió un nervioso beso en su mejilla/oreja y salió corriendo devuelta a casa.
¡Se que eso podría ser ilegal pero ya lo hice!—
Grito mientras se alejaba.

Tord no sabía que hacer, ni que decir. Ni como expresarse. Su alumno le había dado un beso y eso... Estaba mal. Tan mal que le había...gustado.

Que joven tan torpe.—
Dijo mientras caminaba hacia su vehículo para subirse.







Conducía por la carretera de vuelta a casa, no dejaba de pensar en lo que había sucedido. Un beso, en la mejilla. Fuera de la escuela. Alguien pudo verlos. Y quizás por eso lleguen a despedirlo.
Eso era preocupante.

Pero más preocupante era saber que estaba pensando en ese joven de tez ligeramente morena y estructura ósea bien formada, incluso ligeramente más grande y corpulenta que la suya.

Golpeo el volante, riendo mientras su rostro se coloraba de la vergüenza.
No otra vez. No de él. No de nuevo.—
Dijo ya con su cabello ligeramente despeinado.
Tom, después de tanto tiempo. Otra vez tenías que ser tú...—

¡Eh Ahí, Un Lindo Profesor! [TomTord] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora