¿"Sueños, deseos? ¿De qué vale todo eso?", era lo que solía decirme mi padre de niño. Para él la fuerza lo era todo. Decía que un hombre fuerte era capaz de conquistar reinos y de vencer ejércitos.
"Aquellos que no pueden usar magia no tienen más remedio que ser fuertes", me lo repetía siempre, día tras día, golpe tras golpe. Insistía en que debía ser el mejor de todos, aún sabiendo que no era el indicado para eso...
[Año 872, Reino de Artoria]
*Golpe de caída*
- ¡¡Te he dicho mil veces que no debes levantar la espada sin necesidad!!En la Escuela real de caballeros estábamos en medio de un entrenamiento de esgrima...
- ¡Cuando se blande la espada no hay derecho a dejar aberturas para el enemigo! -exclamó el profesor.
Mi grupo estaba en medio de un entrenamiento. Las reglas eran sencillas, si lográbamos vencer al profesor tendríamos derecho a irnos de vuelta a casa. Sin embargo...
*Caída de otro estudiante*
¡A este paso nadie lo iba a lograr!La escuela Real de Caballeros del reino de Artoria era la más grande del país. Tenía la reputación de contar con los estudiantes de más alto nivel además de tener la mejor educación del reino. Era una escuela dedicada 100 porciento al combate físico. Todos aquellos que anhelaban ser futuros caballeros tenían que pasar por aquí. Aunque en mi caso era un poco diferente...
[Kiir Londerf,
hombre, 17 años, 1,78m, pelo oscuro y ojos azules]Mi nombre es Kiir. Soy el quinto hijo de la familia Londerf. Desciendo de una familia de nobles dedicados a la política y a estudios mágicos.
En esta nación, nacer con la habilidad de usar magia es lo común. Todos tienen una runa que varía dependiendo de su nivel mágico, aunque no todos se vuelven magos o hechiceros. Sin embargo, al nacer, yo no contaba con una runa. Al no poder defenderme con hechizos mi padre me obligó a aprender a blandir la espada.
Al cumplir los 14 me dejaron integrarme a la escuela de caballeros. Sin embargo, desde niño siempre he sido algo débil y eso me ha llegado a pasar factura, incluso acá...
- ¡¡Preparate Kiir!! ¡Aquí voy! -gritó el profesor.
- ¡Ah! ¡Espere sensei!
- ¡¡¡Toma!!!
- ¡¡Aaaaaaah!!Mi sueño nunca fue ser un caballero, sin embargo, lo intereses de mi familia estaba por delante de los míos.
[Durante la hora de almuerzo]
- Aaaah, al final tendremos que quedarnos todos a recibir las clases de la tarde, esto apesta. -exclamé agotado mientras dejaba mi espada en la estantería- A eso se le suma que estamos todos golpeados y sucios.
A veces me costaba creer que el método de enseñanza de la escuela fuera bueno en realidad. Exponían a los estudiantes a duros exámenes y a exploraciones sin protección alguna. Según era para hacernos más fuertes y prepararnos para el futuro, aunque todo eso parecían palabras nada más. La mayoría de nosotros lo único que deseábamos era hacer el examen de graduación y entrar al ejército real. Era la única forma de tener un estilo de vida un poco más "pasable".
- "Si no eres rico o no sabes usar magia estás destinado al fracaso, ¿huh?"
La magia lo era todo en este mundo. Pero, lo más que alguien como yo, sin ser capaz siquiera de crear una bola de fuego, me podría acercar a la magia, era pasar horas en la biblioteca de la escuela estudiandola.
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Heishi to Yami no Majutsushi (El soldado y la hechicera oscura)
FantasyKiir Londerf es un joven el cuál no puede usar magia. Debido a su situación es obligado a convertirse en un soldado para mantener el nombre de su familia en alto. Sin embargo, sus ojos nunca han estado en volverse fuerte para proteger a un país, sin...