Iván sigue con Julia en el hospital. La mira dormir, y le acaricia la cara y el cabello. Está más ansioso que ella para que salgan de allí y puedan volver a su vida. El temor de perderla le ha hecho reflexionar algunas cosas, y tenía una idea fija en su cabeza. Por otro lado, también le preocupaba Tomás. Estar en casa era bueno, y le haría bien tener amigos, pero no era seguro. Noiret, donde estuviera, sabría que Tomás estaba con Cristóbal y le podía hacer algo. Llamó a su ahora padrastro, para decidir algo. Entre los dos y María, decidieron que al día siguiente trasladarían el niño a la casa de Rebeca y Martín.
Mientras tanto, Julia tiene un sueño intranquilo. Manuel le aparece y ella se asusta, extrañada.
- Julia.
- Hola. Eres el padre de Manuela, ¿no?
- Sí. Tengo que decirte algo importante.
Julia estaba muy confundida. No sabía si aquello era un sueño o la realidad... o una mezcla de ambos. Que ella supiera, no tenía nada que tratar con aquél señor.
- Estoy muerto, por eso vine a hablar contigo. Noiret me ha matado. Necesito que me oigas con atención, voy a decirte dónde me ha enterrado, para que me encuentren y mi familia pueda despedirse de mí.
Julia asintió con la cabeza. Todo aquello era un montón, pero ella estaba dispuesta a ayudar. Escuchó bien lo que dijo el hombre y trató de guardar sus palabras.
- Y una cosa más. Que ayudes a mi hija. No la dejes sola. Va a necesitar amigos en este momento. Gracias por tu ayuda. - El hombre desapareció y Julia se despertó de golpe, asustando a Iván.
- ¿Cariño, estás bien?
- Sí, sí. ¿Me puedes conseguir un papel y un bolígrafo?
Por suerte los tenía en su mochila y los cogió para ella.
- ¿Pasó algo? ¿Para qué quieres eso?
- Iván... - Comenzó Julia, mientras escribía en el papel. - ¿Qué pasó con Noiret y el padre de Manuela?
- No se sabe. Están desaparecidos.
Julia se quedó blanca. Entendió que no sabían absolutamente nada de Manuel. Iván notó su cara e intentó tranquilizarla.
- Pero la policía los está buscando, seguro que los encuentren pronto. Noiret se va a la cárcel y Manuel volverá a su casa.
- No, Iván. Ese hombre está muerto.
***
Manuel se había ido para siempre, pero su hija seguía allí, y se había animado a ir al colegio, aunque cada día sin informaciones se ponía peor. Al verla, Marcos se acercó a hablarle.
- Hola, Manuela. ¿Estás mejor? - Vino todo sonriente y atencioso, pero ella no se impresionó.
- No, pero no necesito un niñero. - Dijo dura, y se marchó sin darle oportunidad de hablar. Él la siguió corriendo.
- Oye, ¿qué pasa? ¿Por qué me hablas así?
- Porque ayer fui a ver a la friki, y escuché lo que decías a tu novia. - Se marchó otra vez, y Marcos no la dejó irse.
- Por favor, escúchame. Escúchame. - Cogió su cara. - Sí he dicho todo aquello. Pero no tenías que escucharlo!
- Ah, claro, resulta que la culpable soy yo!
- ¡No! He sido un gilipollas, un insensible. Lo que quise decir es que obviamente no hablaría así en tu cara.
- Muy bien, y de qué otra manera me dirías que no tengo ningún amigo? Que no tengo a nadie que me quiera excepto mis padres?
ESTÁS LEYENDO
El Internado: Volverá La Luz
Fanfiction"Primero fue la luz, y después empezaron los crímenes..." El Internado Laguna Negra fue lugar de muchas tragedias, pero luego de su destruición total, sus antiguos alumnos están listos para empezar una nueva vida. Lo que no sabían es que no iban a e...