Narrador omnisciente
2017
- ¿Mama? - pregunto la chica de escasos 12 años llegando a aquel piso que compartía con su madre.
-¿Estás hay? - pregunto al no oír respuesta alguna por parte de la nombrada.
-¡¿DONDE ESTAS!?- gritaba la joven ahora desesperada por no verla, entrando así a la habitación de su madre.
-¡MAMA! - grito desesperada la joven al ver al cuerpo de su madre colgando de aquella lámpara con una brillante cuerda roja y una carta.
-No no no, esto no puede ser es es... ¡Mama! No no esto no está bien yo... - poco después de eso la chica llamo a las seguridades toda alterada y llorando.
Estás no tardaron en llegar al lugar.
-Lo lamento mucho. - dijo aquel policía, encargado de avisar a la chica sobre lo que se tendría que llevar acabó de ahora en adelante con la menor.
-¿Que pasara ahora? Dígame por favor. - le pidió la chica totalmente desesperada y debatida.
-Usted tendrá que venir con nosotros, necesitamos que nos cuente lo que pasó. - aclaro el oficial.
-¿¡Enserio estais procurando que responda a vuestras preguntas después de esto!? ¡ACABO DE PERDER A MI MADRE! Y ¿CREEN ENSERIO AHORA E DE CONTESTAR? - grito la chica indignada con lágrimas en los ojos.
- Tranquilízate, se que es duro pero debe afrontarlo - dijo el policía en un tono frío.
-Le está pidiendo enserio a alguien que acaba de perder a la única persona que tenía que lo afronte...no, peor aún ¡se lo está pidiendo a una niña! - reclamo la chica para después ser guiada hacia una sala y empezar con aquel infierno de interrogatorio.
-¿Dígame su madre avía mostrado alguna enfermedad mental que la llevara a cometer ese acto.- pregunto otro oficial.
-Lo único que se es que la vida de mi madre no fue fácil en lo absoluto me tuvo de joven, aunque ese era el menor de sus problemas puesto que aparte de eso heredó una enorme deuda de mis abuelos que a duras penas luchábamos por pagar... Y bueno ella siempre tenía una sonrisa y me decía que nunca fui ningún error... Solía insistir en que no era mi culpa y yo nunca llegue a entender por qué lo decía y-y... - la chica estaba apunto de llorar quería despertar de esta pesadilla.
- Entiendo... dime ¿Sabes algo de tu padre o alguien de su familia? - pregunto el oficial a cargo del interrogatorio.
-No mama era la...única -dijo triste la chica.
-Bien, ve a descansar mañana avisaremos del procedimiento que llevaremos acabo - dijo uno de los oficiales al ver lo mal que se encontraba la chica.
A la mañana siguiente la mandaron a recoger sus pertenencias y el caso fue grabado por los reporteros de las noticias.
Mientras tanto el jefe de cierta mafia llamada Boten estaba mirando la televisión cuando escucho aquel nombre y apellido "Lucy mart". Ese nombre que tanta felicidad y dolor le había ocasionado. Lucy, su primer y único amor adolescente.
-Lucy... - susurro el ojeroso al recordar a aquella chica que tanto avía amado, "¿Que le había pasado?... ¿Por qué había pasado" se preguntaba el peliblanco mentalmente.
-"Se ha suicidado hoy a las tres de la tarde a sido encontrada por su hija de tan solo 12 años, la chica será trasladada a un orfanato de la zona..." - avisaron las noticias, cuando alguien abrió la puerta.
-Mi rey - llamo Sanzu al peliblanco.
-¿Que te he dicho de llamar a la puerta Sanzu? respondió Manjiro con una pistola en la mano.
-Lo siento mi rey- se disculpó el del pelo rosa.
-La próxima no dudaré en disparar - amenazó el peliblanco guardando el arma.
-Mi rey, debe presentarse a la reunión - aviso el ojiazul a Manjiro.
- Dile a Koko que valla por mi - dijo Manjiro con la cabeza en aquella noticia sobre Lucy su amor adolescente.
-Esta bien - dijo mientras se retiraba.
-¡Espera! Antes avisa a los Haitani que vengan, ya. - ordeno el ojinegro.
-Sí, mi rey- dijo para después retirarse y dejar solo a su rey.
-12 años ... En ese caso...ella podría ser MI HIJA - se dijo Manjiro a si mismo cuando ya estaba completamente solo.
Poco después llegaron los Haitani.
-¿Para que nos a llamado? - pregunto directo el menor de ellos.
-Quiero que investiguen a c
ierta persona. - les ordeno el peli blanco.
-¡Al fin algo interesante!- se emocionó el Haitani mayor.
- ¿A quien debemos investigar? - pregunto Rindou.
- A Dai mart - les dijo el ojinegro.
-No me suena ¿Quien es? - se preguntó Ran.
-No lo sé - dijo Manjiro marchándose del lugar dejando en intriga a los dos hermanos.
Los dos hermanos enseguida empezaron este trabajo, y su asombro fue ver que su jefe les avía pedido investigar a una preadolescente.
Pero de igual manera lo hicieron, tardaron aproximadamente unas horas en reunir la información pues para ellos era sencillo ese tipo de cosas.
-Ya tenemos la información- dijo Ran al terminar el trabajo.
-Pero ¿Por qué crees que nos pediría investigar sobre una adolescente?- se preguntó el menor.
-Pues según lo que he visto Manjiro salió con la madre de la chica y la chica tiene 12 lo cual podría significar que la niña es...- dijo Ran para ser interrumpido por su hermano.
-HIJA DE MANJIRO- irrumpió el menor el menor.
-¡Exacto!- dijo el mayor.
Por otro lado la adolescente fue trasladada a un orfanato.
No hablo con nadie estaba devastada.
Lo único que quería era despertar de esa pesadilla.
Pero eso era imposible, se pasó las horas en la cama ¿Que haría ahora sí la única persona que le quedaba se avía ido? Por qué tuvo que marcharse. Tan mala hija fue, tan miserable fue con ella la vida. Tenía miedo... Miedo de pensar, miedo de abrir esa carta que su madre le había dejado.
Eran altas horas de la noche, como de costumbre no podía dormir, pero está vez era peor que las demás veces, pues ya no tenía a nadie que se quedará con ella hasta que lograra conciliar el sueño.
Sin ceramente lo único que se le venía a la cabeza era aquella cuerda roja esa odiosa cuerda roja. "¿Por qué?...¿Por qué lo hizo?". Ella había hecho todo lo que pudo para que no pasará y de igual modo.
-Soy una ilusa... Enserio pensé que podría salvarla que no lo pasaría...que se solucionaría- se decía a si misma la protagonista con los ojos llorosos.
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