📖CIENTO CINCUENTA Y DOS📖

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-¿Un futuro dices? -se quejo Grinberryall. - ¿Sabes de Farlan, no? Entonces entiendes que eso no es un futuro y ciertamente una vida con la RG es más una supervivencia constante. Así que, en realidad solo busco darle una vida a Ami y Levi.

-¿Es por eso que sigues con la RG? Porque yo creo que eres capaz de dejarlos cuando te plazca. - le espete.

La pregunta lo hizo callar. No lo conocía lo suficiente, por no decir nada, así que a mi parecer la pregunta lo había tomado por sorpresa.

-Respondí tus preguntas, ahora responde la mía. - exigió cambiando abruptamente el tema, no parecía tener intensiones de disfrazar sus palabras. - ¿Por qué siempre mencionas un diario?

Cerré el expediente que aún estaba en mis manos, me acerque al escritorio y deje tranquilamente el documento en el lugar, para así poder servirme algo de café (que misteriosamente seguía caliente al tacto). Me estaba tomando mi tiempo para cada movimiento, así pues pude impaciente más a Grinberryall cuando di el primer sorbo a mi bebida.

-Eres todo un dolor de cabeza, Ackerman. - se quejo absolutamente fastidiado por mis acciones y mi actitud. Aunque muy en el fondo, podía ver que se divertía con mi gran parentesco con mis padres. - Vas a responder, ¿o no?

-Ah, si... - fingí demencia. Y luego hable con más seriedad. - Es una larga historia, pero en resumen, hace unos meses encontré en casa una libreta que resultó ser el diario de mi padre y en el se narraba gran parte de su vida aquí en la Ciudad Subterránea, así como muchas otras de su vida en la Superficie, pero tal parece que el diario no está completo, ya que como dije tu no apareces en el...

Analizó mis palabras, yo por mi parte bebí mi café con temor a que se rompiera la taza como había sucedido aquella mañana. Café... ¡Eso era!

-A veces no entiendo la estupidez de Levi. - bufo Grinberryall negando resignado con la cabeza. Me presto atención y frunció el ceño. - ¿Qué no tu padre tiene una forma peculiar de beber?

-¿Y eso viene a?

-A que si tienes la ligera impresión de que la porcelana importada de la superficie se romperá, deberías usar su método.

-Ni hablar. Ya tengo suficiente con que me compares con el todo el tiempo.

-Y a eso venía mi siguiente pregunta, ¿qué haces aquí?

-Encontré el diario, Ami y Levi me escondieron muchas cosas, me enoje con ellos, después ellos descubrieron que yo tenía el diario, se pelearon y yo aproveche la oportunidad para venir a conocer el lugar. - mentí a medias.

Si lo pensaba de ese modo, y a sabiendas de que es solo la mitad de la verdad, cualquiera (incluyéndome) que lo escuche, pensaría que es una...

-¿Qué mierda de razón es esa? ¡Es una completa estupidez! - me gano a decir Grinberryall. - ¿Me estas diciendo que en tu rabieta pensaste que venir al puto infierno sería una buena excursión?

Si bueno, ni diciéndole 3 palabras al hombre frente a mi, podía evitar que el dedujera el resto, era demasiado inteligente como para no saber interpretarme.

-Si lo dices de ese modo, pues...

-No. Ni siquiera diciéndolo de una bonita manera como tu lo haz dicho, deja de ser una idiotez. - comenzó a sermonearme. - ¿En que cabeza cabe la idea de venir aquí sin tener el más mínimo conocimiento de la situación y sólo por un berrinche? ¿Qué tan imbécil se debe ser para pensar eso?

Chasquee la lengua. Ya tenía suficiente para que el me lo repitiera de nuevo.

-Bueno ya. Fue una completa tontería mía y lo reconozco, pero ya no puedo hacer nada, ya estoy aquí. Así que agradecería que me dejaras de decir Ackerman y que me dijeras como puedo salir de aquí.

-No hay salida, Ackerman. - repitió marcando mi apellido. Me sacaba de mis casillas este sujeto. - Supongo que llegaste con las entregas de la Reina hace unas semanas. Si ese es el caso, dejame informarte que esa es la única entrada y salida, las entradas que solían existir a la ciudad las sellaron; y la única que aun existe la vigila la RG, específicamente lo hace el equipo de Asher.

-Si Asher la vigila, ¿por qué me dijo que no podía salir por ahí?  - pregunte confundido.

-No lo sé. ¿Será porque su pellejo estaría en juego si te dejará salir tan fácilmente? - hablo con obviedad.

Vale, si me estaba dando la vuelta en la comprensión de todo lo que salía de su boca y aunque quisiera justificarme, lo cierto era que tenía tanto en la cabeza y lo quería resolver todo a la vez, evitando que me concentrara en lo que decía.

-Bueno, pero debe de haber una forma, la que sea... - insistí.

-No la hay, Ackerman, ya lo intente todo. No ha habido una salida desde que la RG tomó el control.

En ese caso...No, primero tenía que hacer un recuento de todo lo descubierto hasta ahora, de lo contrario no podre ordenar mis pensamientos, ni pensar en una estrategia para liberarme de la RG.

1. Había despertado el poder Ackerman; sobre el cual, luego de beber el café, había recordado que se mencionaba de pasada en el diario. Aún me faltaban detalles, solo tenía en claro que aumentaba las capacidades físicas y de combate.

2. Grinberryall había sido el causante de la muerte de la Abuela Arai, aunque había sido solicitado por esta misma, puesto que la familia era un informante de la policía militar y recientemente habían sido traicionados, de modo que estaban en peligro y aquella había sido la única solución.

3. Mi padre no sabía la historia completa, Grinberryall tenía todos los fragmentos que faltaban, pero sacarle información a ese tipo era todo un dolor.

4. La RG odia a mis padres y, por lo tanto, en cuanto se enteren de quin soy yo podía darme por muerto. Sin mencionar que ya estaba en problemas por haber atacado a Dymytrie.

5. No había salida de la Ciudad Subterránea y tampoco quería buscarla inmediatamente pues aún sentía que necesitaba descubrir más.

Como sea, tenía demasiadas preguntas para Grinberryall, pero mi intuición me dijo que ya le había dado una buena dosis de mi presencia como para dejarlo harto de mi por unos días. Lo mejor era volver después y concentrarme en algún otro punto de mi corta, pero problemática, lista de hallazgos y pendientes.

-¿Te molesta si me llevo el expediente? - pregunte después de un rato de silencio.

Grinberryall suspiro, dando a entender seguramente llevaba esperando este momento todo el día.

-Adelante, pero ya fuera de mi vista. - acepto sin rodeos.

Sonreí de lado y me aferre al documento.

-Gracias, volveré en unos días con más preguntas, así que más te vale recibirme.

-Nadie dijo que serias bienvenido.

-¿Y eso que? Me mostraste el camino, ¿no?

Y con eso lo deje callado. ¿Le había ganado? No, pero el sentimiento de satisfacción por haberle recordado su error fue satisfactorio. Y así, con esa emoción triunfante abandone su despacho y regrese a casa.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora