Cap.𝟐𝟕

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Al día siguiente no había querido salir de mi habitación, mi padre vino a verme y a traerme comida, el sabia todo por lo que me permití desahogarme con él, estaba más que claro que él quería matar con sus propias manos a los chicos, yo no se lo ne...

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Al día siguiente no había querido salir de mi habitación, mi padre vino a verme y a traerme comida, el sabia todo por lo que me permití desahogarme con él, estaba más que claro que él quería matar con sus propias manos a los chicos, yo no se lo negué, pero él sabía que, en el fondo, no quería que lo hiciera.

Estuvo conmigo toda la tarde, no se separó ni un momento de mí, pero sentía como algo me faltaba y sabía muy bien quien era, mi madre, necesitaba a mi madre aquí, conmigo, la extrañaba, ella siempre que yo estaba triste me cantaba una canción y me hacia trenzas en el cabello, a ella no le gustaba verme triste y menos por un hombre.

Sabía que no podía estar encerrada toda mi vida, y que tenía que seguir adelante, a mamá no le hubiera gustado verme así, tome un baño el cual me ayudó a relajarme y descansar, cuando salí me envolví en una toalla y elegí un vestido simple y cómodo, me mire en el espejo y note que tenia unas pequeñas ojeras y los ojos algo hinchados por tanto llorar, en resumen, me veía destruida, esta no era yo.

Me encamine hacia el patio, donde me había informado que se encontraban todos, al parecer los chicos estaban practicando su tiro con arco, yo había aprendido eso hace unos años y podía decir que era la mejor, no tanto como Cregan, pero mejor que los demás.

Cuando llegue ahí, vi cómo los chicos intentaban dar en el blanco, cosa que obviamente no sucedía, noté cómo al lado mío se encontraba un arco y que mejor que humillarlos, sería algo satisfactorio, sabía que nadie se había percatado de mi presencia así que aproveche eso, tomé el arco como correspondía y puse la flecha en su lugar, la diana se encontraba como a cinco metros de mí pero sabía que no fallaría, centre la mirada en el blanco y solté la flecha, tal y como esperaba, dio en el blanco.

−veo que no pierdes la técnica pulguita, pero sigo siendo mejor−hablo Cregan percatándose de mi presencia, mientras yo me acercaba, sabía que estaba orgulloso.

−No por mucho tiempo lobito, algún día seré mejor que tu con el arco−dije con una pequeña sonrisa, sabía de sobra que tenía la atención de todos en mí.

−espero con ansias ese día, pero hasta el momento soy mejor que tu−dijo con burla, maldito arrogante, me recibió con los brazos abiertos y no dude en abrazarlo−sabes que no es necesario que estés aquí pulguita.

−y perderme su humillación? No gracias, me quedo−sabía todos me habían escuchado, esa era la intención, me aleje de sus brazos y me gire a ver a mi familia−hola familia.

−Hola cariño, cómo te encuentras? −preguntó Alicent preocupada acariciando mi rostro−tu padre nos dijo que te habías sentido mal ayer y por eso preferiste quedarte en tu habitación.

−si me sentía un tanto mal, pero ya estoy mejor ,solo fue un pequeño malestar−respondí con una sonrisa, le di una mirada de agradecimiento a mi padre.

°[𝑨𝒆𝒕𝒆𝒓𝒏𝒖𝒎]° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora