<<Es una época muy pacífica. El usuario FXG-1369, actualmente conocimos como Dai ha tenido un gran progreso respecto a su control en los otros 29 mundos, sin contar este. Decidió nombrarlos por números. Según Dai, nosotros estamos en el mundo n°12; sin embargo, el mundo n° 26 es su preferido. No ha querido decir porque. El usuario FXG-1369 es de gran ayuda. Solo esperamos los resultados de sus últimos exámenes, ya que sospechamos que algo ha cambiado. Algo peligroso>>
Ango paró de escribir ese pequeño fragmento y se reclinó en sus asiento, con la cabeza suspendida. Alguien tocó la puerta y murmuró un "adelante".
—Recuerdo que—empezó Ango—la primera vez que nos vimos tú traspasabas las paredes. Y gracias a ello me alejaba un poco, la privacidad es una de las cosas que más agradezco, Dai.
—Como diga—mencionó él sin realmente haberle escuchado. Dejó un papel en la mesa y le pidió que lo firmara—¿sabe? Quiero un permiso para realizar la eutanasia.
—¿huh? ¿Quieres morir? ¿Acaso no te pagamos bien?
—¿Cree que necesito billetes?—le devolvió al pregunta—el dinero no me sirve. No me satisface. Necesito irme. Quizá viva un tipo en otro de los mundos. He estado observando uno muy interesante. Es sobre un escritor, un gran escritor. A lo mejor ya lo conoce, Sakaguchi-san.
—¿Hablas de Odasakun?
—Así es. Debo decir que...sus libros son magníficos. Pertenecen a los pocos fragmentos literarios que he tenido el honor de disfrutar. Lastima que no dure demasiado...La buena noticia es que no muere en ese mundo.
—Que bien.
Se hizo un silencio algo incomodo. Dai rodó los ojos y suspiró.
—He descubierto algo más. Algo que pone en riesgo a su amigo el escritor.
Ango quiso ignorar eso pero no pudo. Dejó de escribir y le miró con bastante recelo.
—Existe la posibilidad de que el mundo cambie por mi culpa. De forma natural, cada mundo tiene una línea de sucesos que no deberían ser afectados aunque mi sola presencia puede cambiar todo. Justo por eso ya no voy a ninguno de ellos, solo los observo. En el caso del mundo de su amigo, el n°26, sigue una línea muy fija, especia. Si existiera alguien con la capacidad de replicar poderes...los 30 mundos estarían en peligro. Su departamento tiene la extraordinaria suerte de que sea yo quien maneje los 30 mundos. Agradezca—ordeno con voz muy apagada y ronca, sumado a una morada helada y muerta.
Ango se aclaró la garganta y murmuró un minúsculo: "Gracias por tu arduo trabajo, Dai-kun".
—De nada, Sakaguchi-san—respondió algo contento, aunque eso no se reflejaba en su rostro. Tenía tantas ojeras que preocupaba a quien le mirara—como decía, si existiera alguien con esa habilidad, se irían al demonio los 30 mundos, usted, Miyamoto—y sonrió al decirlo—además de mis planes, claro está.
—Veo que la odias mucho—mencionó Ango al notar la sonrisa cuando dijo que perecería Miyamoto.
—¿eh? ¿De que habla? Tengo un juramento que firme a los 10 años en donde m eco prometo a proteger a todos los seres humanos, sin importar qué tan despreciables, repulsivos y asqueroso sean. Por lo que , no sé que trata de insinuar.
—¿De verdad fingirás demencia?***
<<Yo no lo sabía—pensó Ango—pero esa tarde marcaría mi futuro. Y el de la persona que está justo frente a mi: Takiji, la cuarta creación de Miyamoto. Esa tarde Dai quiso irse antes de las oficinas. Dijo que había adelantado trabajo para no tener que verme la cara tantas horas al día. Lo tome de la buena forma. Después, Justo cuando nos despedíamos, un niño gritó su nombre y se apegó a su pierna derecha. Gritaba lo muy contento que estaba de verle. Ese niño, de unos 10 años, era Takiji en ese entonces>>
—¡Hermano!—gritaba pegado a su pierna—¡Te extrañe mucho! ¿Hoy cenarás con nosotros? ¿Si? ¿Si? Di que sí. ¡Di que cenaremos juntos todos!
Dai no se movió ni un poco. Por un momento vi como sus ojeras se hacías más profundas y su expresión se apagaba más d ello que ya estaba.
—Oye, niño. ¿Qué tal si lo sueltas? Dai-kun está muy cansado por el trabajo. Seguramente jugará después contigo, ¿entendido?—no lo sabía. No lo hubiera podido saber. Ese niño, me traería tantos problemas después...
—¿Mi hermano está cansado?—preguntó confundido el niño—¿y cuando no lo está?
No supe qué responder. La realidad es que Dai jamás tenía energía. Se la pasaba durmiendo y sangrando por la nariz con casi cualquier olor fuerte que su olfato percibía. Era muy sensible a eso...y Takiji sabía eso.
—¿Cómo te llamas?—le pregunte al niño.
—Takiji Kobayashi—respondió en gritos—¡soy el tercero de los 6!—y le cantó tres dedos, orgulloso de su número.
—¿Tercero de...6?—pregunté sorprendido. Hasta la última vez que Miyamoto había registrado un ser independiente, fue para el nacimiento de Frederick. Debían haber 3–¿Hay 6 apariciones?
—Miyamoto es tan estupida que hace tres meses creo a los últimos dos. Ahora somos 6–murmuró Dai—lamento no haberlo informado.
—¿hice mal en decirlo, hermano?—preguntó preocupado el niño—¡Lo siento mucho!
—Deja de gritar—pidió Dai bostezando—Me debo ir. Hasta mañana, Sakaguchi-san—cogió del cuello de la camisa a Takiji y lo arrastró hasta la salida. Para sorpresa mía, el niño solo reía y reía. Feliz de recibir un poquito de atención de su hermano.
—¡Hasta mañana, Ango-san!—grito el niño despidiéndose.
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¿¡Dazai-san tiene esposa!?
FanfictionUn día cualquiera un linda chica se presenta en la agencia armada de detectives buscando a su esposo.... - ¿Y cuál es el nombre de su esposo? - le pregunto Atsushi. - Dejeme ver...- se remango una manga y leyó: Dazai Osamu. - ¿¡EEEEHHHHHH!? ...