- - Después que se termino el extensible - -
Mau notaba el cansancio de su novio, grandes ojeras se podían ver en su rostro, pero había algo más. Enfado, no sabía que pudo haberlo ocasionarlo, no recordaba haber hecho algo para que Angelo esté así.
"Estas bien?" Pregunto Mau con algo de temor. El también estaba cansado y lo que menos quería era instigar a otra discusión.
"Y aún me lo preguntas?" Respondió Angelo con algo de recelo "se que eres de carácter fuerte Mau, y normalmente no me importaría, pero estábamos en frente de cientos de personas, no te da pena?"
Mau sentía como el enojo se apoderaba de su ser "y a ti que rayos te importa". Soltó Mau, mientras un sentimiento de decepción crecía en su interior "Sabes como soy, juntos tomamos la decisión de mostrarme en Stream, y ahora me recriminas?"
"Siempre pareces estar enfadado y altivo todo el tiempo. Empieza a cansarme", dijo Angelo, intentando mantener la calma.
La expresión de Mau se ensombreció y sus ojos se entrecerraron. "¿Qué intentas decir, Ángelo? ¿Estás diciendo que soy una mala persona?".
"No, claro que no. Sólo creo que podrías ser un poco más feliz, eso es todo", dijo Angelo, tratando de calmar la situación.
Mau se burló. "¿Contento? ¿Quieres que sea positivo todo el tiempo? Yo no soy así, Angelo. No soy una persona despreocupada que siempre está sonriendo y fingiendo que todo va bien. La vida es dura, y a veces también hay que serlo".
Angelo suspiró, sintiéndose frustrado. "No estoy diciendo que tengas que ser feliz todo el tiempo, Ángelo. Sólo quiero que intentes ver lo bueno de las cosas en lugar de centrarte siempre en lo negativo. Tienes tanto por lo que estar agradecido, y a veces parece que lo das todo por sentado".
Mau cruzó los brazos sobre el pecho, a la defensiva. "No doy nada por sentado. Trabajo duro para conseguir todo lo que tengo, y no voy a disculparme por ello. No tienes derecho a decirme cómo vivir mi vida, Angelo".
Angelo sintió que su temperamento empezaba a subir. "No estoy tratando de decirte cómo vivir tu vida, Angelo. Sólo desearía que fueras más considerado con mis sentimientos. Siempre te apresuras a rechazarme cuando planteo algo que me molesta, y empiezo a sentir que no te importo en absoluto."
La expresión de Mau se suavizó ligeramente. "Me importas, Angelo. Ya lo sabes. Pero no puedo cambiar lo que soy sólo para complacerte. Si no puedes aceptarme tal como soy, quizá no deberíamos estar juntos".
Angelo sintió que su corazón se hundía ante las palabras de Mau. "¿Es eso lo que realmente quieres? ¿Romper?"
Mau se encogió de hombros. "No lo sé, Angelo. Quizá sea lo mejor. Está claro que no estamos en la misma sintonía y tal vez sea hora de que los dos sigamos adelante."
Angelo sintió un nudo en la garganta al darse cuenta de que esto podría ser realmente el final de su relación. No quería romper con Mau, pero tampoco quería estar con alguien que no podía ver cuánto daño le estaba haciendo.
Los dos se sentaron en silencio durante unos minutos, sumidos en sus propios pensamientos. Finalmente, Mau habló. "No quiero romper, Angelo. Te quiero y quiero que esto funcione. Pero no podemos seguir así. Tenemos que encontrar la manera de comunicarnos mejor y entender las necesidades del otro".
Angelo miró a Mau, sus ojos se ablandaron. "Yo también te quiero, Mau. Y tienes razón. Tenemos que encontrar la manera de superar esto. No quiero perderte".
Mau respiró aliviado, sintiendo que se quitaba un peso de encima. "Gracias, Angelo. Te lo agradezco".
Los dos se sentaron en silencio durante unos minutos más, sintiéndose ambos un poco más a gusto el uno con el otro. No era una solución perfecta, pero era un comienzo.
Cuando salieron del café, Angelo cogió la mano de Angelo y tiró de él. "Lo siento, Angelo. A veces no quiero ser tan difícil. Es que me meto en mis cosas y me olvido de que hay otras personas a mi alrededor".
Mau sonrió, sintiéndose un poco más esperanzado sobre su futuro juntos. "Está bien, Mau. Lo comprendo. Que sepas que estoy aquí para ti, pase lo que pase".
Se abrazaron con fuerza, sintiendo ambos una sensación de comodidad y seguridad en los brazos del otro. Fue un pequeño gesto, pero fue un comienzo.
Durante las semanas siguientes, Angelo y Mau mejoraron su comunicación y su comprensión mutua. Tuvieron sus altibajos, pero estaban decididos a hacer que funcionara.
Y a medida que trabajaban en su relación, se acercaban aún más. Tuvieron más citas, exploraron nuevos lugares y probaron cosas nuevas juntos. Se reían, hablaban y compartían sus sueños y esperanzas para el futuro.
Una tarde, sentados en un banco del parque, contemplan juntos la puesta de sol. El cielo estaba inundado de tonos rosas y naranjas, y en el aire se oía el trinar de los pájaros y el susurro de las hojas con la suave brisa.
Mientras estaban allí sentados, Angelo se volvió hacia Mau y le cogió la mano, mirándole profundamente a los ojos. "Te quiero, Mau", le dijo con una voz llena de emoción.
Mau sonrió, sintiendo que el corazón se le agitaba en el pecho. "Yo también te quiero, Angelo. Más que a nada".
Angelo se inclinó y rozó suavemente sus labios con los de Mau. Fue un beso suave y tierno, lleno de todo el amor y el afecto que sentían el uno por el otro. Cuando se separaron, se miraron a los ojos y sintieron que les invadía una sensación de calidez y satisfacción.
En ese momento, ambos supieron que habían encontrado algo realmente especial. Algo por lo que merecía la pena luchar, por muy difíciles que fueran las cosas. Habían encontrado el amor y nada podría cambiarlo.
Mientras el sol se ponía a sus espaldas, permanecían sentados, cogidos de la mano y mirando el mundo pasar. Y sabían que, independientemente de lo que les deparara el futuro, lo afrontarían juntos, con amor en el corazón y esperanza en el alma.
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La vida después del Extensible
RandomUna bobadita que se me ocurrió hoy, espero les guste