Prólogo

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Así como he estado ausente, también esperé siempre para que mis emociones tomaran valor. 

Si no le importaban a otras personas, tampoco me importarían a mí. Por eso escribí miles de pensamientos, almacenados en las notas de todos los aparatos electrónicos de los que algún día fui dueña, destinados a morir conmigo.

¿Pero y si alguien se siente de la misma manera? ¿Y si alguien no encuentra las palabras para escribir lo que siente pero se sintió igual que yo en ese momento?

Quise en algún momento dejar de escribirlas, de matar la necesidad de romantizar todo lo que pasaba en mi entorno, pero fue en vano.

Soy una romántica empedernida que no encuentra como expresar sus sentimientos en un lenguaje físico y los escribe.

Así que esto, es sólo un trozo de lo que alguna vez será mi alma.

El murmullo de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora