El sonido del metal chocando contra la pared del edificio hizo que finalmente TaeHyung y JungKook reaccionarán un poco del aturdimiento en el que habían caído, los dos se acercaron a la orilla de la azotea del edificio para darle una mirada a la situación del hombre.
El hombre había logrado sujetarse de la barandilla y estaba colgando en el aire, sus ojos estaban fijos en los rostros de los dos adolescentes que le miraban como si fuera un conejillo, su mirada mostraba perplejidad pero eso duró poco y de inmediato volvió a gritarles.
—¡Ayúdenme! —el hombre grito lleno de terror—. ¡Ayúdenme, por favor! ¡Caeré! ¡Por favor, ayúdenme!
JungKook y TaeHyung miraron al hombre sin moverse ni un poco de sus lugares, los dos tenían los puños cerrados con fuerza y permanecían atentos a los movimientos del contrario, como si esperarán para ver si caería.
JungKook había tenido un pequeño recuerdo de su hermano pero ese recuerdo se fue en cuanto escuchó la voz del hombre que suplicaba por ayuda, sus ojos se desviaron de él y observó el piso de la azotea, a un costado suyo había dos piedras de tamaño considerable, sin pensarlo mucho se inclinó y recogió la más grande, la peso en su mano y ante la mirada ligeramente sorprendida de TaeHyung, camino más cerca del borde de la azotea, con la piedra elevada en su mano observó al hombre que sangraba e intentaba mantener el agarré sobre la barandilla que aún impedía su caída.
Al ver el rostro sin emociones y la manera en que el pelinegro sostenía la piedra en su mano derecha, el hombre se sintió aterrado por lo que recurrió a mirar el rostro del rubio.
—¡TaeHyung! Po-por favor, detenlo... ¡TaeHyung!
TaeHyung escuchó los gritos del hombre pero cuando estaba dispuesto a socorrerlo, en su cabeza solo se cruzaron todos los recuerdos de todas las veces que fue sostenido con violencia, las veces que lloró y suplicó por piedad, las veces que las manos del hombre tocaron su cuerpo sin su consentimiento, ante todos esos recuerdos desagradables, su mirada que siempre había mostrado piedad y amabilidad, se endureció.
Con un rostro inexpresivo y un par de ojos insensibles, TaeHyung soltó una sola palabra:
—Desaparece.
La palabra fue como un permiso para el pelinegro porque JungKook no dudó en elevar la mano con la piedra siendo sostenida con firmeza, estaba listo para estrellarla contra el hombre que luchaba para no caer directamente sobre el concreto.
JungKook observó al hombre que le miraba con un par de ojos asustados, su mano apretó la piedra con fuerza y su rostro se deformó por la hostilidad, salvajismo, furia, asco y desprecio, mientras veía a los ojos asustados del hombre al mismo tiempo que sostenía la piedra, pudo ver cómo sería golpearle la mano rompiendo sus huesos para que perdiera la fuerza y cayera hasta impactarse contra el concreto.
Con el entrecejo fruncido y su mano ligeramente temblorosa ante los pensamientos sangrientos que invadían su cabeza, JungKook apretó los labios aún sosteniendo la piedra, sus ojos molestos con todo miraron a los ojos del hombre que seguía colgando mientras le observaba con súplica y miedo.
TaeHyung observó todo en completo silencio, sin moverse de su lugar, sin intenciones de detener nada, su cabeza estaba vagando entre las posibilidades que tendrían en el futuro, muchos "¿Qué pasaría sí...?" rondaron por su cabeza.
JungKook volvió a afirmar su agarré en la piedra, su entrecejo se frunció aún más, su corazón latió con rapidez dentro de su pecho, mientras escuchaba los latidos en sus oídos, sus ojos llenos de sentimientos revueltos observaron la manera en que la mano izquierda del hombre resbalaba y perdía uno de sus agarres.
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🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv
Fiksi RemajaTaeHyung cree que todos los hombres del mundo están sucios, él piensa fielmente que no debe confiar en nadie, ni siquiera en él mismo. Por lo tanto, se mantiene alejado de sus compañeros de clase y escondido dentro de su arte, la cual es la única qu...