░ 「Eʀᴇꜱ ♡ ᴛᴜ」 ░

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[⿻  Ao'nung  ⿻]


Hace ya un año las personas del cielo habían atacado, poco después de que los Sully llegarán a nuestro hogar. Desde entonces las cosas cambiaron; Lo'ak y Tsireya ahora eran más cercanos que antes, lo mismo paso con Kiri y Rotxo, y yo... Me dirigía al arbol de los ancestros...

Iba lo más rápido posible sobre mi Skimwing, pues se me había hecho tarde. Tantas prácticas con mi padre, por que sería el nuevo Olo'eyktan consumía casi todo mi tiempo, además de mi madre... La cual me presionaba por conseguir una pareja pronto, así ella podría entrenarla como la nueva Tsahik.
Solté un suspiro cuando logré llegar a donde me dirigía, pues la única persona que logra calmarme y entenderme se encontraba allí...

Me acerqué a una de las orillas, baje de mi Skimwing y camine saliendo poco a poco del agua, entonces allí fue donde lo vi... Estaba de espaldas con las manos en su cintura mirando lo que parecía un pequeño picnic...

— ¿Llegó muy tarde...? — Hable y el se percató de mi presencia, dio un pequeño salto por el susto y se dio la vuelta.

— ¡Demonios, me asustaste! — Pude ver como hizo unos leves pucheros mientras me acercaba a él. No pude evitarlo y solté una pequeña risa, se veía demasiado tierno...

— Perdoname, Neteyam... — Le di un pequeño beso en la frente y su expresión cambio totalmente. Sus mejillas se sonrojaron en cuanto le di esa pequeña muestra de afecto.

— No te preocupes... — Dijo esté apartando la mirada. Hubo un pequeño silencio en el cual pude ver cómo movía su cola levemente, entonces decidió volver a hablar — Pensé que lo habías olvidado... — Volvió a mirarme y me concentre en sus ojos.

— ¿Cómo podría olvidar algo así...? — Le sonreí delicadamente y pude sentir como mis mejillas se sonrojaron. — Se me hizo un poco tarde pero aquí estoy. — El chico sonrió dulcemente mientras se sentaba en la arena, cuando lo vi, lo imite.

— Tienes razón... — Miro al cielo por un momento y luego volvió a nosotros...— Espero que te guste, no tuve mucho tiempo. — Se veía una expresión de vergüenza en su cara, me limité a mirarlo, se veía tan lindo...

— Tranquilo, seguro que me gustará — Le respondí con una sonrisa de oreja a oreja.

Empezamos a comer y reírnos, me contó alguna que otra anécdota que había vivido en el bosque y yo hice lo mismo.
Al cabo de unos minutos terminamos de comer, ambos nos encontrábamos mirando el cielo.

— Te dije que me gustaría, realmente estaba delicioso — Decidí romper el silencio sin apartar la mirada de la noche estrellada.

— Gracias, me alegra que te gustará todo... — Tampoco apartó la mirada, pero soltó una pequeña risa antes de hablar — ¿Y qué hacemos ahora...? — Pregunto esté mirándome ahora.

— Bueno... — Baje la mirada para verlo, no sabía cómo decirle lo que tenía pensado hace algunas semanas, así que cambié el tema. —  ¿Que tal estuvo tu día? —

— Bien... — Suspiro — ¿Que tal el tuyo? ¿Tu padre es muy duro con las lecciones? — Dijo entre risas.

— Vaya que si... — Solté una risa y después un suspiro — Mi madre también me está agobiando.

— ¿La Tsahik...? ¿Qué pasa ahora? — Tenía una mirada de confusión la cuál se podía ver bastante clara.

— Quiere que consiga pareja... — No deje de mirarlo y pude notar como mis palabras cambiaron algo.

— Oh... — Bajo la mirada un momento y luego la puso en mi de nuevo — ¿Has pensado en alguien...?

— Eso creo... — Algo había cambiado, su cola se había dejado de mover, sus manos trataban de formar puños, su mirada y expresión se habían marchitado y sus orejas trataban de mantenerse en alto...

— Vaya... — Pude notar una sonrisa forzada en sus labios — Deberías hacérselo saber pronto, así la Tsahik la podrá entrenar...

— Eso lo he intentado, pero no sé cómo decírselo... — Mis nervios aumentaron significativamente.

— Uhm... Solo dile lo que sientes... — Había bajado la mirada, evitaba verme...

— ¿Y si algo sale mal...? — Trate de buscar su mirada, pero constantemente la apartaba.

— Al menos lo interesante... — Volvió a mirar el cielo, con las orejas algo bajas.

— Tienes razón... — Pose mi mirada en las pequeñas olas que se formaban en el mar, mis pensamientos y las palabras de Neteyam habían hecho que mi corazón palpitara como loco, pero no podía desaprovechar ésta oportunidad, era ahora o nunca...

Me levanté obteniendo la atención del chico.

— ¿A dónde vas? — Preguntó él, levantándose también.

— Voy a decirle lo que siento... — Sus ojos mostraban decepción.

— Oh... Bien, ojalá te acepté... — Bajo nuevamente la mirada hasta ver sus pies. No sabía que decirle...

— Neteyam... — Me acerqué un poco más a él, mi respiración y mi rubor me delataban, pero el no me miraba y de alguna manera agradecía eso...

— ¿Si...? — Me contesto sin levantar la mirada.

— Hay algo que necesito decirte... — Lo tome de las manos y fue entonces que me miró nuevamente. — Sobre mi pareja... —

— Te escucho... — Su cola levemente volvió a moverse y sus mejillas se sonrojaron de nuevo.

— Tú... — Le dije acercándome a él, acortando la poca distancia que quedaba. — Quiero que seas tú... — Pegue mi frente a la de él y ambos cerramos los ojos. — Ha pasado más de un año desde que apareciste por aquí... Y he aprendido que si no eres tú, no podrá ser con alguien más... — Despegue mi frente de la suya y mire a sus ojos color ámbar. — Me entiendes mejor que nadie y... El día que casi mueres entendí que no toleraría que te fueras, no toleraría perderte... —

— Ao'nung... — Sus ojos mostraban felicidad, sus orejas se agacharon completamente y sus mejillas estaban ruborizadas, asumí que también me encontraba de esa manera.

— Te veo, Neteyam... — Entrelace nuestros dedos y pegue nuevamente mi frente a la de él, esta vez sin cerrar los ojos.

— Te veo, Ao'nung... — Dijo finalmente con una sonrisa que mostraba una felicidad inmensa. — Al igual que tú... No quiero que otra persona sea la que me ame... Eres tú ahora y lo serás siempre... —

Sus palabras habían hecho mil cosas en mi en tan solo un momento, acabé por entender lo mucho que amaba a este chico...

— ¿Puedo besarte...? — Pregunté un tanto avergonzado. Neteyam se rió antes de responderme.

— Claro que puedes —

Acerqué mi boca a la de él lentamente, solté una de sus manos y la pose en una de sus mejillas atrayendo a mis labios los de él. Finalmente nos besamos y al cabo de un momento nos separamos. Me abrazo por el cuello y puse mis manos sobre su cintura, y allí mismo continuamos con el beso que dejamos a la mitad.

ღ🍃 Sᴇᴄʀᴇᴛᴏꜱ ☄️ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora