Non v'è rosa senza spina

Il cuore è stato fatto per essere rotto

Jisoo pov:

-Decidiste dar la cara, después de tanto tiempo-.
Sus ojos marrones se encontraron fijos en los míos. Esbozó una sonrisa ligera qué pronto desapareció de su rostro, era notable su nerviosismo. Tragué saliva con dificultad, me esperaba al menos una disculpa o explicación del porqué había desaparecido, llevaba semanas ignorando mis llamadas y mensajes, no sabía su paradero, la ansiedad me consumía durante estos meses y ella sin dejar rastro. Supongamos qué hubiese querido hablar sobre el tiempo, me hubiera podido relajar. Pero sus ojos me martillaban, demostraban tristeza y preocupación profunda qué me lastimaba, me dañaba de tal forma qué me costaba respirar. Me estaba esperando lo peor, de un momento a otro, quién estaba nerviosa al punto de temblar era yo.

-Jisoo... creo qué me está gustando alguien más, perdón.- Debía ser una broma, me miró con el rostro serio. Sentí un hachazo en la espalda qué bien podía significar la muerte para mí, pero ya no había forma de superarlo, ya no podíamos continuar cómo lo habíamos hecho por 2 años, ella debía continuar y no le interrumpí para no esparcir mi dolor.

-No sé cómo pasó, creo que lo más justo era pedir ese espacio para pensar las cosas.- "De seguro es una broma... o una excusa para terminar"- pensé sin ser consciente de lo que pasaba en mi interior- No sé qué decir Jisoo- volví a tragar saliva mientras sentía qué mi corazón se partía en mil pedazos. No podía creer qué ella todo este tiempo estuvo pensando en alguien más mientras yo pasaba noches enteras desvelada, añorando su cariño, mirando el espacio vacío en mi cama en el qué en algún momento solía estar su cuerpo, jamás esperé qué me fuese a dejar.

-Pero...¿hay algo qué pueda hacer para cambiar esto?- Ante su gesto negativo no puede más que derramar una lágrima qué parecía seguir por el sendero de mi mejilla- ¿ES IRENE, VERDAD?- Ella me miró y, por primera vez en todo este tiempo, me pareció ver miedo en sus ojos. "No lo estoy llevando bien en absoluto", pensé de nuevo, cambiando por completo el tono de mi voz en mi mente. Ya no podía seguir siendo sutil con ella, me dolía y no parecía importarle.

-No.- desvío su mirada hacía algún lugar del parque. -Y..- tragué saliva, al parecer, me costaba pronunciar aquellas palabras- ¿Desde cuándo qué sientes cosas por otra?, ¿hace cuánto qué me vienes mintiendo...?- arreglé mi cabello desesperada- carajo.- escupí lo último entre dientes, quería gritarle.

El dolor qué empecé a sentir no tenía suficientes palabras para poder ser descrito con precisión, ni siquiera con el mínimo porcentaje.
-Al menos...- intenté decir, pero la voz se me quebró al intentar reprimir algunas lágrimas, qué querían salir. Tragué saliva-¿Cómo puedes ser tan mierda para no habérmelo dicho?...yo esperándote todo este tiempo angustiada, preocupada de si te había pasado algo, de si yo había hecho algo mal qué te lastimó, pero tú en lugar de eso, andabas con otra.- Negó con suma indiferencia, pude ver qué no había ni una solo gesto de arrepentimiento, en cambio yo no podía ocultar las lágrimas qué caían de la profundidad de mis ojos hacía el valle de mis mejillas.

-Te mentí, si es Irene- Inesperadamente, el aire abandonó mis pulmones, su nombre retumbaba dentro de mi cabeza y todo parecía dar vueltas, pero ella solo se zafó de mis intentos de agarre para que ni siquiera la tocara. Pero por mucho qué intenté terminé desplomándome. Me arrodillé aturdida y apreté mis manos contra mi pecho con fuerza, cómo si aquello impidiera el dolor qué estaba sintiendo.

Y no pude más. Las lágrimas salieron atropelladamente de mis ojos para caer al frío pavimento, escuchaba los ruidos muy a lo lejos de la calle, pero en especial mi corazón qué se aceleró más de lo normal. Entre el llanto desesperado y mis gritos de auxilio me hizo sentir vulnerable y sola. No fui más qué una chica tonta e ingenua presa de sus engaños e historias absurdas sobre ella siendo una chica dulce, inocente y vulnerable.