Amma tutti, credi a pochi e non far del male a nessuno.

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Jennie pov:

¿Cómo qué le perdieron el rastro?, me vine a Francia por negocios y ya le perdieron el rastro a Jisoo. - mi secretaria corría tras de mí preocupada ante mi notable enojo. -Por favor llame a mi madre la señora Kim e infórmele qué hoy cierro este acuerdo y viajo a Corea a penas tenga las firmas. -Entré a mi oficina buscando mis cosas y colocándolas en mi bolso de forma apresurada.

-Pero señorita Kim, debe descansar, lleva días trabajando sin parar, el vuelo puede esperar.-suspiré y me giré hacía ella.-Entiendo qué te preocupes, pero mi hermana está perdida y me enteró después de 2 meses qué aún no aparece. Sabes qué sigue bajo el poder de su estúpida madre Min. -asintió y salió dejándome sola en la oficina.
-Te saldrá muy caro Min Ye-ji.-miré sus fotografías en mi escritorio, tenía informantes de cada paso qué ella y Jisoo daban. Pero ninguna estaba al tanto de mi existencia, mucho menos Jisoo. Siempre estuve cerca suyo, aunque pasaba desapercibida, a excepción de la vez qué se le cayeron unos cuadernos en la Universidad y ayudé a recogerlos, me regaló una sonrisa y un "Muchas gracias".
Desearía haberle dicho quién era, qué siempre la he estado cuidado y que sabía la historia de nuestra familia. Pero mi padre no me lo había permitido, de todas formas no traía conmigo pruebas para demostrar la culpabilidad de su madre en la muerte de sus hermanos y que yo era su hermana de sangre pero por parte de nuestro padre.

Jisoo pov:

Entonces, los enfermeros del ala Sur pasan cada 2 horas por turnos revisando cada habitación, mientras los del ala norte pasan 1 vez al día, el ala Oeste pasa vigilada la mayoría del día a excepción de cuándo entran algunos enfermeros a las habitaciones. En ese momento está despejado todo y la del Este se mantiene siempre despejada. Debemos ser cuidadosas, esperar el momento correcto y robar las llaves, abrir las puertas y correr entre los pasillos esquivando las cámaras a través de los puntos ciegos hasta llegar al centro de mando. Ahí es cuándo Joy desactiva las cámaras de todo el hospital y corta la electricidad. Wendy se hará cargo de vigilar el centro de mando y yo buscaré las armas de los guardias para luego salir de aquí. Nos reuniremos en el patio del frente, les entregaré a todas un arma y escapamos. -arrugué la servilleta.- ¿segura qué va a funcionar?- preguntó Wendy, parecía confundida y un poco asustada.

-Debemos intentarlo, no hay de otra.-asentí, me resigné a comer hasta qué una bola de papel golpeó mi cabeza. La tomé y abrí bajo la mesa leyendo "Escuché qué esta noche irán enfermeros a una de las habitaciones de nuestra ala, ten cuidado." Lo cerré y sonreí para mis adentros. -Joy, ¿conseguiste lo qué te pedí?-asintió entregándome mi pequeño recado bajo la mesa. Fingí rascar mi pierna y lo guarde dentro de mi calcetín. -¿Para qué necesitas...?-negué y me levanté con mis cosas- no te preocupes por eso. Tengan buena noche.

Jennie Pov:

Mamá-contesté mi celular- Si, los acuerdos funcionaron cómo te mencioné, finalmente después de meses cerré este gran negocio para nuestra empresa de moda. -sonreí orgullosa.- bueno, planeo volver a Corea, de seguro Kuma y Kai me echan mucho de menos.- subí la ventanilla entre mi chofer y yo. -Estoy al tanto de la situación, tal parece qué lleva dos meses fuera.- bajé mis lentes y arreglé mi maquillaje. Mientras escuchaba a mi madre, ella no sabía qué yo volvía en busca de Jisoo, tampoco planeaba decírselo, sería mi secreto hasta qué pudiese hallarla.

-Mamá, tengo qué colgar, hablamos luego, ¿si?. - escuché sus últimos consejos. -También te quiero, pero no te preocupes, a penas llegue dejaré de trabajar. -colgué tomando mi bolso mientras mis guarda espaldas bajaban lo demás, subí con cuidado a mi jet privado y marqué a mi secretaria. -Escucha con atención, sobre tú escritorio dejé un sobre con fotografías, tómalo y envíalo bajo anonimato a todos los canales de televisión. Sin qué te descubran, ¿ha quedado claro?.- a penas asintió, colgué. Min Yeji no esperaba qué yo tuviese fotos de ella y su amante de toda la vida. Sería un gran escándalo y la mantendría distraída de mis planes.

Cerré mis ojos y me dispuse a descansar al menos un poco.

Jisoo pov:

-Tranquila, sólo te dolerá en un principio...- a penas se acomodó sobre mí le di un golpe en la entre pierna. -Hija de puta...- me levanté tomando el bisturí y corté con dificultad la cuerda. Me abalancé sobre el dándole golpes en la cara. En un descuido golpeó mi labio y no tardé en sentir ese característico sabor a metal, escupí poniéndome en guardia. Me lanzó golpes Que logré esquivar, tomé su camiseta y lo estampé contra la pared. -Así de rudas me gustan, amo cuándo se resisten. -sonrió- La última lamentablemente, tuvo qué morir.- rió dejándome ver sus dientes y boca bañados en sangre.

-¡Tú la mataste!- golpeó su rostro y sigue riendo. -¡Era sólo una niña, desgraciado!- le di una patada en su entre pierna y saqué la navaja que Joy había conseguido. Le tomé el cuello y la clavé sin piedad en esa zona. -Espero qué te pudras en el infierno, asqueroso.- escupí, sus ojos por primera vez mostraron miedo, sus manos dejaron de apretar las mías y escuché su último aliento abandonar su cuerpo. Me alejé de él, no podía creer lo qué había hecho. -mierda...- tomé su pulso pero estaba muerto. -Nonono, mierda. Mierda maté a alguien.- mis manos estaban bañadas de sangre e intenté limpiarlas en mi ropa.

-Carajo Jisoo.- tomé las llaves y abrí la puerta, no había ni un sólo enfermero haciendo sus guardias. Corrí por algunos pasillos esquivando las cámaras hasta llegar a las habitaciones de Wendy y Joy. Abrí con mis manos temblorosas y torpes , encontrándome con miradas esperanzadas.

-Jisoo- me abrazó la pelinegra y tocó mi ropa dónde había sangre- ¿Qué pasó, estás herida?. ¿Qué te pasó en el labio?-negué y le mostré mis manos - Uno de los enfermeros, intentó abusar de mí, fue el mismo qué- no quise pronunciar lo siguiente. -¡El mismo qué!- apretó mi hombro- El mismo qué abusó de Yerim.- soltó mi agarré y sólo asintió. -¿Al menos sufrió?- asentí y no dijimos nada más.

Las guié por los pasillos hasta el centro de control, les pedí qué guardaran silencio y entré con cuidado. Sólo había uno de ellos , me acerqué por detrás abrazando su cuello con fuerza hasta qué dejó de moverse. Le abrí la puerta a las chicas e hicieron su trabajo, sin embargo no contábamos con qué el hospital tenía luces de emergencia y otra fuente de corriente. Se activaron las alarmas en el momento que se produjo el corte, teníamos qué salir de aquí

-Alza las manos dónde las pueda ver y voltea lento- hice lo qué me pidió. Estaba frente a un hombre mayor, con algunas canas y el mismo aburrido uniforme gris, solamente que este en su placa decía "Director". Su uniforme se encontraba con múltiples manchas de sangre, corría sudor por su enojado rostro y entre sus dientes escurría la sangre. -Ya te pillé maldita- dijo entre dientes, no estaba asustada en lo más mínimo, si debía morir, pues aceptaría mi destino.

-¡JISOO!- fue lo último que escuché antes de sentir cómo se disparaba el arma golpeando mi cuerpo. Caí de espaldas inmediatamente, supongo que así acabaría todo.

Non v'è rosa senza spinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora