Monos místicos y lo que quieras, ¿pero cómo llego a casa?

Un frío portal

Perdón si la introducción del capítulo es mala, pero no tengo ganas de arreglarlo

Notas abajo:

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— ¿El museo, qué pasó ahora? — preguntó Lloyd al ninja azul quien era el que estaba con el teléfono en mano atendiendo la llamada. Internamente Lloyd se pregunto por qué tiene que pasar algo en el museo de todos los lugares.

— Por lo que dijo Zane, — comenzó el ninja del rayo apagando el teléfono — desde ayer en la noche varios empleados y visitantes tuvieron avistamientos de seres de humo que aparecían y desaparecían por momentos, — Jay se estremeció por su propia descripción, ¿ivan a volver a pelear con fantasmas? — también destacaron que hacía más frío del que debería y que aumentaba cuando se acercan a una sala específica.

— ¿El humo puede estar relacionando con Ash?

— La última vez que lo vi señaló algo acerca de ayudar en el negocio de su abuela, además está saliendo con Tox y no creo que ella apruebe el allanamiento de propiedad privada. En todo caso dudo mucho que alguno de los dos esté involucrado. — Lloyd miró a Jay con algo de sorpresa por saber esos detalles de los demás maestros elementales, claro que él no era ajeno a ellos, de vez en cuando todos se reunían pero esas reuniones eran lejanas entre sí, le sorprendió como el maestro del rayo logró mantenerse al día con todos ellos. — Y no lo describieron exactamente como humo, más bien como una niebla o neblina entre blanca y celeste pálido.

— Quizás algún artefacto antiguo se activó o algo así. — teorizo el menor.

— ¿Quién sabé? — respondió el ninja azul escogiendose de hombros antes de hacer una pose dramática — Ojala no sea nada demaciado grave y sólo la imaginación de la gente junto con algún trabajador que haya olvidado pagar la calefacción. No quiero tener que lidiar con algo peligroso y que me dé un ataque tan temprano.

— Ya somos dos. — comentó Lloyd con simpatía, tal vez el destino tenga piedad de ellos hoy y sólo sea una falsa alarma, al menos éso quería pensar.

— Sí, lo siento chico, — Jay rápidamente revolvió el cabello del rubio — la tienda de cómics tendrá que esperar.

El ninja azul recibió un exagerado "waaa" en respuesta antes de que el pequeño siguiera correr por los techos hasta el museo, lo cual no perdieron el tiempo en hacer, pero incluso si Lloyd no parecía afectado por el pedido de ayuda repentino, Jay notó el brillo decepcionado en los ojos del menor, hoy era de los pocos días libres que tenían y ambos habían prometido pasarlo en la tienda de figuras y cómics para después ir al cine a ver el estreno de la película más nueva de Fritz Donnegan ya que era el último día en cartelera, Jay también se sintió decepcionado aúnque no tanto por la tienda y la película, realmente quería sacar a Lloyd de la rutina de ninja y darle al chico al menos un día de diversión infantil, porque éso es lo que era, un infante, un niño que Jay esperaba ver comiendo dulces y disfrutando del día en vez de tener que preocuparse por el peso del mundo en sus hombros.

No era justo y puede que nunca lo haya sido. Los chicos pueden pensar lo que quieran de él por ésto, pero Jay sinceramente apoyaba el pensamiento de Morro en una cosa, el destino era una perra, desde el principio y desde que se le dio el título de Ninja Verde a un niño al que le dijeron que tenía que asesinar a su padre por una tonta profecía, eso definitivamente apesta por si solo y ni hablar de lo demás que estuvo implicado. El destino nunca fue justo con Lloyd, nunca fue justo con ninguno de ellos.

— ¡No te angusties pequeño engendró demoníaco! — Jay hablo sobre el viento que chocaba con ellos, llamando la atención del menor por el apodo que no se escuchó por un tiempo — Estoy seguro de que acabaremos rápido y llegaremos a tiempo para la película, ¡lo prometo! — Jay dio una de sus mejores sonrisas provocando también una pequeña risa del menor, el maestro del rayo tomó esto cómo una victoria y ambos continuaron su camino por los tejados.