Capítulo 11. Los miedos de Sara.

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Ya ambos habían cumplido el compromiso que se habían prometido, decirle a todo el mundo sobre su relación.

En el caso de Sara le había ido bastante mal con su madre era de esperarse, pues Doña Gabriela no toleraba a los Reyes, cuando lo hacía era por complacer a Don Bernardo pero en este caso ya no existía tal opción. A Franco le fue mucho mejor pues sus hermanos sin estar muy de acuerdo aun así decidieron respetar su decisión, si el decía que Sara era su felicidad lo respetaban. Sin embargo su preocupación por no saber nada de Ella era demasiada.

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- Puedo pasar mi nietecita. Pregunta el abuelo, mientras entra a la habitación de Sara.
- Claro abuelito, ven entra. Responde ella.
- ¿Estas bien mi vida?
- Nose abuelo. Siento que toda esta situación va a ser demasiado fuerte con mi mamá, no he querido ni bajar solo por no encontrármela. Necesito esperar que se calme un poco.
- Mi niña, tu sabes el carácter que tiene mi hija. Si de verdad lo quieres lucha por tu amor, pero siempre cuidándote por favor.
- Si abuelito, te prometo que yo estaré con pies de plomo.
- Mi vida y ya hablaste con Franco, ¿ya lo llamaste?
- Abuelito, con todo esto se me había olvidado enviarle o llamarlo, debe estar super preocupado. A parte que yo tenia mi celular apagado. Ya voy a revisar.

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En ese momento Sara lee los mensajes de Franco, se da cuenta que esta demasiado preocupado, pero decide no contestar, el abuelo se percata que lee algo importante pues su cara cambia completamente, y le pregunta.

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- ¿Pasa algo mi niña?. Cuestiona Don Martin un tanto preocupado por su nieta.
- Nada abuelito, estoy bien. Responde ella, pero con los ojos un poco cristalinos.
- No me mientas mi niña, se que algo pasa. Insiste Don Martin.
- Ay abuelo.. no puede terminar la frase y de inmediato se sienta en las piernas de Don Martin le da un abrazo y se pone a llorar.
- ¿Que pasa mi vida? Ven, acá esta tu abuelo para ti siempre.

El abuelo la abraza fuertemente y cuando ya Sara logra calmarse le dice:

- Abuelo tengo mucho miedo, no por el amor de Franco, porque se que estará para mi, sino por la reacción de mi mamá,  aunque finja no importarme su reacción, me afecta y mucho, para mi es muy importante que ella esté a mi lado, sea feliz por mi.
- Mi niña ya conoces a Gabriela, es bastante transcendental en muchas cosas y creo que por lo momentos eso va a seguir así y seguramente va querer ponerte muchas trabas en tu relación, te toca aguantar y mucho.
- ¿Que mal hago con amarlo? ¿No entiendo? Me frusta todo esto abuelo.
- Tranquila mi niña, ven. La atrae hacia él y le da un fuerte abrazo.

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Luego de un buen rato, ya una Sara más calmada, se levanta de las piernas del abuelo y se va a su balcón, ella necesitaba respirar, el abuelo decide dejarla sola, él sabía que ella necesitaba drenar muchas cosas.

A Sara le pasan mil cosas por la cabeza no sabe que hacer, el miedo la invaden ya no sabe si la decisión fue buena o no de contar todo, de repente suena su celular, era Franco llamando y no sabe que hacer. Segundos antes de que él cerrará la llamada, ella decide tomarla.

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- Sarita, amor  por favor dime que estas bien. Sentía que moría sin saber nada de ti. Dice Franco desesperado.

   Un silencio abrumador se escuchaba en esa llamada, en ambos solo corrían lágrimas por sus mejillas.

- Amor, no sabes lo que te necesito. Dice Sara.
- ¿Que pasa Sara? ¿Todo salio mal?
- Las cosas con mi mamá salieron muy mal, ella está furiosa. No acepta por nada del mundo.
- Voy saliendo para allá Sara.
- No Franco estas loco, será peor.
- Lo siento Sara Elizondo eso no esta en discusión. Me esperas.
- Fran..... sin nisiquiera terminar su nombre el colgó el teléfono.

Un Amor Verdadero 🤍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora