Un pequeño niño sollozaba en lo que era, la tumba de su difunto padre.
No hace mucho en que uno de los gemelos Hyuga se había sacrificado por su clan, pero eso era algo que el pequeño no sabía. Su única familia había muerto, estaba completamente solo.
--- Padre... ---sollozaba con una notoria frustración. Lo que no sabía es que, una pequeña peliplata de no más de seis años, lo veía con curiosidad.
Ella en cierto modo comprendía su dolor. Su madre murió al darle a luz, quedando solo ella y su padre pero este, al ser un jounin de élite, no pasaba la mayor parte de su tiempo en misiones. Dejando sola a la pequeña la mayoría de las veces.
Con un poco de vergüenza, se acercó a él. Tocándole el hombro, haciéndolo dar un respingo del susto.
--- ¿Quién eres tú? ---preguntó el pequeño.--- ¿Qué haces aquí?
La pequeña peliplata mordió su labio con timidez.
--- Te vi y... bueno, y-yo quería preguntarte si estás bien. ---murmuró, tomándolo por sorpresa.
No lo conoce y se ha acercado a él para ver si está bien.
Al no responder, la niña le tendió uno de sus girasoles.
--- Ten. ---dijo con simpleza. El niño la miraba extrañado.--- Para que se lo des a tu papi.
El castaño, tomó con timidez aquel girasol.
--- Se llama Hizashi. ---dijo a la niña sacándole una sonrisa.--- Era un gran padre.
Asintió.
--- ¿Cómo te llamas? ---preguntó.
--- Neji. Neji Hyuga.
--- Señor Hizashi, sé que no lo conocí pero... le prometo que su hijo estará en buenas manos. No estará solo porque a partir de hoy, tiene una nueva amiga. ---habló en alto a la tumba frente al pequeño. Dejando uno de sus girasoles en esta.
Él estaba sorprendido.
Una amiga.
Su primera amiga.
--- Sabes... ---habló al castaño.--- Yo no conocí a mi mami pero sé que ella me quería mucho, mi papi me lo dice seguido. Aunque a veces estoy sola porque mi papi se va a trabajar sé que él me quiere... y estoy segura de que tu papi te estará cuidando en el cielo.
--- ¿Cómo lo sabes?
--- Porque es tu papi. ---sonrió con inocencia.--- Todos los papis quieren a sus hijos. Así que es obvio que te quiere.
No dijo nada. Simplemente volvió a mirar la tumba de su padre.
En memoria de Hizashi Hyuga.
Estaba escrito en ella, el pequeño suspiró con el girasol aún en mano, y lo colocó junto al que puso hace unos momentos su nueva amiga.
--- Padre, te prometo que seguiré adelante y te haré sentir orgulloso. Ese será mi destino de ahora en adelante. ---dijo con orgullo.
Miró nuevamente a la niña junto a él, esta le sonrió.
--- Gracias. ---le dijo.
--- Supuse que a mi mami no le importaría que te diera uno de sus girasoles.
--- ¿Por qué girasoles? ---se atrevió a preguntar. Se encogió de hombros.
--- Mi papi dice que eran sus favoritas.
Y por alguna extraña razón, desde ese momento también se convirtieron en las favoritas del pequeño.
--- ¿Ya viste a tu mamá? ---asintió.
--- Le dije que vendría contigo, y que compartiría unos girasoles contigo. ---dijo. El niño sonrió, contagiandole la sonrisa a ella también.
--- ¿Cómo te llamas? ---finalmente le preguntó.
--- Mei, Mei Hatake. Hija de Kakashi Hatake y Kaori Azawa. ---dijo con orgullo.
--- Espero que seamos amigos por muchos años, Mei. ---dijo.
La peliplata asintió con entusiasmo. Le tendió la mano al pequeño Hyuga.
--- ¿Quieres ir a jugar?
Con una tímida sonrisa, el niño aceptó su mano, siendo arrastrado por la pequeña Hatake. Reían a carcajadas mientras corrían.
"Padre, no tienes que preocuparte. No estaré solo." Pensaba el pequeño viendo con una gran sonrisa a su nueva mejor amiga.
Imaginen que es Mei jshshs