一¿Cuántos besos tendría que darte para borrarte las pecas? 一preguntó Chan, intentando animar a su novio.
Minho estaba por volver a rapar su cabello a cero, para no sufrir cuando comenzara a caer por los súbitos y fuertes medicamentos nuevos, estaba lagrimeando y sorbiendo su nariz constantemente porque había cuidado mucho su corto cabello.
Las pruebas, de alguna forma, habían dado lo justo para que volviera a tratamiento y mañana estaría yendo de nuevo al hospital.
一No se pueden borrar, tonto. 一dijo Minho.
一Desarrolla al respecto.
一No.
Chan vio su puchero, su expresión triste, el menor miraba la afeitadora eléctrica y suspiró, antes de apretar el botón que la encendía.
一Deja, bebé. 一Chan detuvo su mano para tomarla él一. Lo haré yo, nene, así te dejo bonito, es fácil porque ya eres hermoso.
Minho cubrió sus ojitos y sus hombros temblaron con algo de llanto, Chan detuvo la maquinita y lo abrazó por la espalda, vio a ambos en el espejo del baño y sonrió, porque en serio se veían bonitos juntos.
一Vamos, Honnie. 一murmuró el mayor, dejó besos en sus manos, en su cuello y en lo que llegaba a mostrar de su mejilla一. Te llevaré a teñir tu cabello todas las semanas sí quieres, muy pronto, muy, muy, ¿Lo sabes?
Minho sorbió su nariz, asintió levemente.
一Te amo, nene y eres lo más bello que hay, bebé. 一dijo el mayor, su tono rebosaba de sinceridad.
Minho se borró las lágrimas y se dejó abrazar por su novio hasta que se tranquilizó y Chan encendió la maquinita y comenzó a dibujar cosas mientras el menor reían, primero con líneas, después dibujó un corazón que luego le dio forma de pene, haciendo que Minho lo golpeara, siguió escribiendo su nombre y mientras el pequeño se cuestionaba porqué seguía con él, terminó por dejar toda su cabeza sin un sólo cabello rosa.
Al mirarse, lo primero que quiso fue colocarse un gorro inmediatamente.
Chan lo giró hacia él, besó su frente, su nariz y sus labios con suavidad.
一Eres bellísimo.
Minho sonrió y sintió el calor subir a sus mejillas mientras Chan pasaba sus pulgares por estas, totalmente enamorado de él, sonrió al sentirse tan feliz y verdaderamente correspondido.
Por la mañana empezaría el tratamiento y como no podía faltar, Chan fue con él, tomó su mano y murmuró un “puedes tomar mi mano para sentirte mejor”, haciendo que riera.
Con un gorro rosa que su novio le había tejido y tomando su mano en una habitación privada, conectado a un suero con nuevas medicinas, Minho comenzó su nuevo tratamiento mientras Chan le hablaba de cualquier cosa que se le ocurriera, haciendo que el tiempo pasara más rápido y mejor.
Y Minho en serio lo apreciaba y no podía pedir un novio mejor en el mundo. ㅤㅤㅤㅤㅤ
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