Sola Por Las Calles De Barcelona

Capítulo 30: Challenge

-¡Vamos Niky, un poco más rápido, tu puedes!- Alonso me grita mientras hacemos el circuito.

Le hago caso y corro más rápido, pero no ha sido un buen entrenamiento, he estado forzándome a concentrarme, pero mi cabeza está en otro sitio.

-¡Vamos, Vamos!...5 minutos más y pasamos a practicar remates.

Seguimos con el circuito hasta que terminamos y nos dan dos minutos de descanso.

-¡Dale Niky!- escucho a Alonso, corro y le pego al balón que nos lanza una de las chicas, pero fallo.

-Agh mierda- digo por lo bajo.

-¡Rápido, rápido!.

-¡Con fuerza Lily!.

Lanzo un centro y Rose le pega al arco.

Así estamos los últimos minutos de entrenamiento, hasta que terminamos y Alonso nos da unas recomendaciones.

-Niky ven- me llama Alonso cuando termina de dar instrucciones, le hago caso y me acerco.

-Dime.

-¿Todo bien?.

-Si, ¿por?.

-Te note muy desconcentrada y fallando mucho, cuando tu eres de las que no falla nunca.

-Solo ha sido un mal día- me siento en el césped y me comienzo a desatar los botines de fútbol.

-Este es el tercer entrenamiento que me dices eso- se pone a mi altura- te repito que si pasa algo, solo debes decirme.

-Si lose, pero estoy bien, de verdad.

-¿Segura?, que si tienes algún problema puedes decírmelo.

-Tranquilo, no pasa nada.

-Vale...¡Pero miren quién ha llegado!- levanto la mirada, y veo en la dirección en que está mirando.

Trago saliva y vuelvo a concentrarme en mis botines.

-¿Como estuvo el entrenamiento?.

-Bien, a tope como siempre chaval- responde Alonso- buen partido eh.

-Para nada fue un partido bueno por mi parte.

-Puedes fallar a veces, no pasa nada- siento como se comienza a ir- bueno, nos vemos luego.

-Vale, adios- se despide Gavi y yo solo sigo desatando mi botín derecho- Hola mi niña.

-Hola.

-¿Como estás?- se sienta frente a mi.

-Bien, ¿tu?-me quito el botín, pero no lo miro.

-Triste, porque te he hechado de menos.

Al siguiente día de la pequeña pelea que tuvimos, por lo sucedido en casa de Sofi, Gavi tuvo que viajar fuera de Barcelona, ya que tenían fecha de liga, y además una visita a una escuela de fútbol.

Esa mañana antes de su viaje, fue a tocar mi puerta, pero yo no había podido dormir nada esa noche, estaba con esa mezcla de enojo y tristeza que te mantiene mirando el techo. Por esa razón es que dormí hasta el almuerzo, aprovechando que el entrenamiento era por la tarde, y no sentí cuando el fue a buscarme.

Desde eso hasta hoy, han pasado ya 3 días. Días en los que no hemos hablado más allá de unos buenos días por mensajes en WhatsApp, y cuando le desee buena suerte para su partido.

-Hiciste buen partido- murmuro jugueteando con los cordones de mis botines.

-Sabes mejor que nadie, que no jugué a nada- me quita los botines y los deja detrás de él- no podía concentrarme sabiendo que no estamos bien.