"Pobre Secretaria"

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Aunque había despertado muy temprano como era un hábito, no había tiempo de desayunar esa mañana, el baño había tomado gran parte de su tiempo, el agua recorrió cada espacio de su piel dejando ese aroma a lirios y lavanda, porque sí, la fragancia ...

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Aunque había despertado muy temprano como era un hábito, no había tiempo de desayunar esa mañana, el baño había tomado gran parte de su tiempo, el agua recorrió cada espacio de su piel dejando ese aroma a lirios y lavanda, porque sí, la fragancia de su jabón era aún mejor que el que propagaba su suave perfume. Varias cremas luego, estaba lista para cautivar su mayor ambición y, a diferencia de otras veces, en esta oportunidad no habría marcha atrás, o eso se había prometido a sí misma una decidida Yoo Jeongyeon.

Luego de un último vistazo al outfit que había preparado y extendido prolijamente sobre la cama, siguió corriendo percheros en el armario sabiendo que no había modo de superar el regalo de su amiga Jihyo.

"Es lo más que puedo hacer por ti, Jeongyeonnie. Atrévete a meterte por sus ojos y deja de pensar en tantas cursilerías que no sucederán..."

¡Maldita sea! Había acabado con toda su decencia con ese regalo, y ella sabía que nada en su armario tendría mas gracia que aquella prenda que ya la había cautivado a primera vista.

Uñas de rojo ¿desde cuándo utilizaba colores tan llamativos?, labios carmesí ¿Su boca se veía más grande?, el rizador de pestañas y el fino delineado profundizaron su mirada y la hicieron ver mas encantadora ¿o más atractiva? Estaba segura que ambos. Sus altos zapatos negros complementarían muy bien con el conjunto de oficina de falda negro, "su color favorito" se recordó, mientras se pasaba las medias de seda acariciando sus piernas en trayecto, pero no se animó a usar negras, jamás lo hacía, ¡Ya deja esa timidez Jeongyeon! Pudo oír la voz de Jihyo en su mente. Se regañó internamente, pero sabía que no podría ir contra los estándares que debía de cumplir en sociedad, ser sexy jamás era una opción y menos en su puesto de trabajo. Lo que estaba haciendo ya le suponía una barbaridad.

Luego de estarse detallando frente al espejo por largo rato, no podía creer que sí se pondría esa prenda tan íntima y atrevida. Pero por más de que quisiera fingir que su hazaña no la haría ver diferente, que no pasaría desapercibida por quien le diera un simple vistazo, no era el momento de pensar en si alguno de sus compañeros de trabajo opinaban mal o peor que mal, porque estaba más concentrada en su decisión de llamar la atención de la CEO, su anhelo prohibido, su mayor ambición, su deseo de libertad.

Una vez se puso la pieza de lencería de encaje rojo que le cubría todo el torso y se ajustaba a su cuerpo perfectamente, lo abrochó en su entrepierna y regreso al espejo. Ladeó la cabeza mientras se analizaba, bueno, no iba a negar que se le veía muy bien, hasta encontraba elegante los detalles y transparencias.

—Ow... —Musitó al ver toda su espalda descubierta. Hasta sus omóplatos se veían bien rodeados del delicado encaje. Que prenda más reveladora, todo en ella gritaba 'erotismo'.

𝑷𝒐𝒃𝒓𝒆 𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒂𝒓𝒊𝒂 》OS [2Yeon] G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora