Universos Paralelos - El chico del año

29 - Se fué.

(Recomendación: "It will rain" - Bruno Mars)

El silencio en el departamento era total...

Él aún se encontraba dentro de ella inmóvil, sus manos se aferraron a su cintura, sus ojos permanecían cerrados, pero ya no se debía al placer que los envolvía unos minutos atrás, era miedo y se expandía por cada fibra de su cuerpo. Quería aferrarse a ella  y despertar como si todo hubiese sido un sueño, uno muy malo.

Fueron varios segundos donde el aire se contuvo en sus pulmones sin ser consciente de que dejó de respirar, su mirada se perdió en un punto fijo sobre la ventana disociando la imagen frente a ella. 

No, eso no podía estar pasando. ¿Qué diablos había sido todo eso? Intentó bajar y la fuerza de su abrazo se lo impedía...

Arya: suéltame... (susurró)

Joe: no... no. Arya yo...

Arya se sintió por primera vez incómoda con su desnudez frente a él, como si se tratase de un extraño quien la tocaba.

Arya: suéltame, por favor. (su voz era débil)

Joe la liberó poco a poco y ella se balanceó para desenlazar sus cuerpos, fue crudo y vergonzoso para él. Tropezó con el tapete al dar un paso hacia atrás y cayó sentada, él trató de detener su caída  sin poder reaccionar a tiempo.

Arya tomó la ropa que había quedado en el suelo y por instinto trató de cubrirse con ella. Las pupilas se dilataron cuando tuvo de nuevo los ojos de Joe sobre ella y vio de cerca que estaban llenos de miedo y angustia. Ella rogaba por un margen de error y que todo fuera una clase de confusión...

Joe: amor...

Arya: ¿es... verdad? ¿ese contrato siempre fue real? (su voz temblaba como lo comenzaba a hacer su cuerpo)

Joe: ... si.  (dijo con vergüenza)

Rompió el contacto visual con él y trató de ocultar las lágrimas que comenzaron a acumularse sin tener control de ellas.  Sin saber qué hacer o a dónde ir, se levantó y se dirigió a la recámara cerrando y poniendo seguro al entrar, mientras él quedó del otro lado con el golpe cerca de su rostro y las manos sobre la puerta.

Arya comenzó a vestirse mientras las palabras de Louis hacían ecos, repasó cada línea en su cabeza como si se trataran de piezas de un rompecabezas que de repente embonaban a la perfección, pero la imagen final era una muy distinta a la que ella siempre había creído.

Joe: por favor ábreme, puedo explicarte todo... yo te lo iba a contar llegando a casa.

Tomó la maleta del armario y agradeció que no había deshecho nada aún; confundida y agobiada, mientras escuchaba a Joe del otro lado de la puerta, se colocó las manos en cada sien y se dio un momento para respirar profundo, para decidir lo que iba a hacer.

Joe: no me iré a ningún lado hasta que me escuches y no dejaré que te vayas, si es lo estás pensando.

La luz del edificio se apaga por completo; afuera una tormenta y los relámpagos eran lo único que iluminaba mientras ambos se sentaron recargados de espaldas a la puerta. El ruido de los truenos y la fuerte lluvia golpeando las ventanas era todo lo que se podía oír en el departamento, pero dentro de ellos había lamentos, arrepentimiento, dudas, decepción y mucha confusión.

Después de una hora de no decir ni hacer absolutamente nada más que esperar que le abriera sin éxito, recordó a Lyra y su corazón se dividía en dos. Pero el hecho de que ella no intentara salir le hacía pensar que quizá se había recostado y se había quedado dormida.