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Wei Ying y yo nos conocimos cuando íbamos en primer grado de secundaria, yo siempre era el mejor ejemplo de los profesores para todo, puntualidad, limpieza, diciplina y buen comportamiento, pero él era todo lo contrario.

Dormía y jugaba cuando quería, solo hacía las tareas que le interesaban y siempre cuestionaba a los profesores hasta que estos lo expulsaban del salón.

Quizá por que éramos tan diferentes, él siempre insistía en acercarse a mí, no hubo cosa que no intentara para estar conmigo, incluso tengo una caja llena de todas las figuras de papel y pinturas que me hizo. Por tres años he estado pensando si sería mejor tirarlos o devolvérselos.

Recuerdo que en el ultimo año de secundaria, éramos mas cercanos, a veces compartíamos nuestro almuerzo. Sin embargo, entendí que mi tío tenía razón al decir que era una mala influencia cuando fui suspendido dos semanas por su culpa, me había dado alcohol de tomar diciendo “es mi bebida favorita y quiero que tú la pruebes”

No volví a hablarle después de eso, incluso cuando en la graduación me pidió perdón con sus ojos acuosos.

También me dolió no hablarle, pero con el tiempo entendí que fue lo mejor.


Un amor roto (MDZS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora