Rodrigo puso las flores en un jarrón con agua.
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Iván estaba nervioso, era 14 de febrero y le iba a dar un ramo a su amor desde la primaria. Su corazón estaba a mil por horas.
— Toma Rodrigo, pensé que te gustarían. — Habló Iván extendiendo sus brazos con un ramo de flores; tulipanes rojos.
Rodrigo lo miró sorprendido, no esperaba que Iván le regalara algo así. — Gracias por las flores, Iván. — Las aceptó con una sonrisa, para luego retirarse contento y satisfecho.
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Inconscientemente Rodrigo sonrió al recordar esa corta escena del pelinegro y él. Iván no le gustaba, pero apreciaba mucho los pequeños regalos, solo que había un detalle; A Rodrigo no le gustaban las flores. Entonces no entendía porque las había aceptado, ¿Habrá sido el momento? No lo lograba entender.
Iván por su parte estaba contento, presumiendole a todos que el mismísimo Rodrigo Carrera le había aceptado su regalo, realmente lo hacía muy feliz.
— Y bueno, así fue como me aceptó las flores. ¿Qué opinas, Tomás?
Tomás, mejor amigo de Rodrigo desde la infancia conocía todo de él, incluyendo su desagrado por las flores.
— ¿Flores? ¿Le diste flores a Rodrigo y las aceptó? — Dijo con cierta intriga Tomás, no creía que su amigo había aceptado algo que el odiaba.
— Si boludo te estoy diciendo, estaba re nervioso, de pronto por ahí no me las aceptaba y me mandaba a la mierda. — Rió nervioso Iván, ese escenario por su mente lo persiguió día y noche.
— Que piola igual amigo que te haya aceptado... — Intentó sonreír Tomás, esto era raro. En definitiva Arbillaga después hablaría con su amigo, Carrera.
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Volvemos con Rodrigo, estaba acostado en su cama, revisando sus redes. Cuando le llegó una notificación, Tomás le había hablado. "¿Que quiere este boludo ahora?" fue lo primero que se le pasó por la mente a Carre. Tocando el mensaje, ingresando al chat.
— ¿Cómo eso de que aceptaste unas flores?
— ¿Y vos como sabes eso?
—Iván.
— La posta Tomi, ni yo sé porque las acepté, pero me dió ternura. Iv estaba todo nervioso ahí e iba a quedar como un forro si no las aceptaba, aunque... no sé, vinieron de Iván y no me dieron ganas de tirarlas, al contrario, desearía que duren para siempre. Es un detalle hermoso de él.
— ¿No te has parado a pensar
que te gusta Iván?— Solo le acepté unas flores Tomás, no me voy a casar con él y tampoco le gusto, creo.
— ¿Sos boludo? Te dió flores para el 14 de febrero,¿Y pensás que no le gustas?
— No voy a perder mi tiempo en analizar algo que no me incumbe.
— Bue, ahí te quiero ver el día en donde te des cuenta que sentís lo mínimo por el y vos a él le gustas. Te lo dije, ojo.