Farewell.

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──¡Desmantelar a Vanny! ──Gritó, en un último intento de deshacerse de la coneja.

La mujer, inútilmente evitando que los robots siguiesen acercando, empezó a sacudir sus brazos en negación, trató de escapar e intentó mandar a los robots a ir por el niño en lugar de a por ella, aunque nada la ayudó, la inevitable muerte llegó a por ella.

Vio con repulsión cómo los Staffbots destripaban y arrancaban parte por parte las extremidades e intestinos de la contraria mientras esta gritaba y se retorcía en busca de ayuda. ¿Debía ayudarla? ¿Podía ayudarla? ¿Ya era muy tarde para...?

No. No lo haría. Se lo merecía. Había hecho lo mismo con Freddy y había intentado matarlo durante toda la noche. ¿Por qué ayudarla? ¿Para que después intente matarlo otra vez? No. No esta vez.

Aún así, no podía evitar tener el sentimiento de culpa dentro de sí.

Se fue de ahí horrorizado, aterrorizado y asqueado por lo que había visto. ¿Cuánto tiempo había estado allí? No lo sabía, pero podría jurar que hasta le había salpicado algo de la sangre de Vanny, pero no era lo importante ahora.

Lo importante era Freddy. Tenía que ir con él y llevarlo a Partes y Servicios. Bajaba las escaleras con prisa en su andar, tratando de enfocar sus pensamientos sólo en su objetivo, en salvar a Freddy. Sin darse cuenta, el botón con el cual sentenció a la mujer seguía en sus manos, sus manos sudorosas y temblorosas por el miedo... Cubiertas de sangre no suya.

Espera, ¿Qué?

Tiró el botón y volvió a darle una mirada a sus manos. Sólo estaban sucias y sudadas, sin rastro de sangre. O era lo que creía creer.

Sangre o no, eso ya no importaba. Todo pensamiento que tuvo en ese momento se quedó atrás en el momento en el que vio al oso.

──¡FREDDY!

Lágrimas se asomaron por sus ojos al ver el estado del animatrónico. Estaba mal, muy mal. La parte inferior de su mandíbula dejaba ver casi por completo sus colmillos, sus ojos apuntaban en direcciones opuestas, y en dónde anteriormente se encontraba su cavidad estomacal y parte de su pecho ahora yacía un hueco que dejaba ver parte de su endoesqueleto. Uno de sus ojos se dirigieron al castaño y los sollozos del mismo empezaron a hacerse aún más fuertes. Se sentó a un lado del oso y este llevó una de sus manos al cabello de Gregory, y lo revolvió, mostrando su orgullo hacia el pequeño. Después de todo, lo había logrado, había sobrevivido a los miles de peligros que se le habían presentado durante esa noche. Él tomó su mano y la posicionó en su mejilla, Freddy la acarició con cariño. Al chico le destrozaba verlo así, más sabiendo que el oso se encontrara así por su culpa. Sólo rogaba que se quedara, al menos el tiempo suficiente para poder avanzar hasta cuarto de reparación que se hallaba debajo del escenario.

Pero ya era tarde.

──Gregory... ──Habló el animatrónico con dificultad ──E-eres... Mi... S-superestrella... ──Se apagó por completo. El agarre que tenía se soltó y su mano cayó fríamente contra el suelo. Gregory se congeló.

──No... No. Freddy, por favor, no... Despierta...

Lágrimas y llantos empezaron a salir del rostro del castaño mientras tiraba y empujaba del cuerpo inconsciente del oso en un intento de llevarlo, hasta que en uno de sus intentos de hacer que el animatrónico se moviese, cayó en el frío suelo de concreto, y se rindió. Él debería ya haber despertado, ¿No? Los demás habían vuelto a estar conscientes poco después de haberles enfrentado y dañado, él debería hacer lo mismo, ¿Verdad?, ¿Por qué no lo hacía entonces? ¿Por qué no podía volver como lo habían hecho los malditos de sus amigos?

La tristeza pronto se convirtió en rabia y tal por eso empezó a golpear al animatrónico aunque sus puños y piernas dolieran al hacerlo. Ya no le importaba. Sólo quería al oso devuelta, hacerlo despertar sea como sea.

Entre gritos y lágrimas de impotencia siguió tratando de hacer que el contrario reaccionara, claramente sin efectividad. ¿Por qué no despertaba? ¡Todos lo habían hecho! ¿Por qué tenía que ser diferente a los demás, en todos los aspectos? A pesar de que tenía la ventaja de poder esconderse de la vista de los animatrónicos dentro de la cavidad estomacal del oso, Freddy no tenía nada en especial. Freddy no tenía ojos especiales, ni una voz que pudiera fastidiar a los demás, ni garras filosas capaces de romper cosas. Freddy no era especial. Freddy no iba a despertar. Y él lo sabía.

Ya estaba cansado de intentar. De verdad que lo estaba. Finalmente, sus piernas flaquearon y volvió a caer al suelo junto con sus lágrimas.

──L-Lo siento... Lo siento. Lo siento tanto. Perdóname. No quería... Lo siento, lo siento...

No fue su intención lastimarlo. Sólo lo quería de vuelta, ¿Tan difícil era eso?

✩✩

Corrió tan rápido como pudo. Estaba cansado, con hambre y con sueño, pero ya casi estaba ahí. La salida. Estaba tan cerca. Con sus últimas fuerzas se las arregló para salir del local y correr hacia su lugar seguro. No era una casa o algún lugar cómodo para vivir, pero era lo único que tenía ahora.

El momento en el que llegó al callejón vacío que llamaba su hogar, cayó y se desplomó en el suelo. Sus piernas ya no podían aguantar más. Él ya no podía aguantar más. Estaba cansado. Sólo quería dormir y descansar de una vez por todas.

Se arrastró débilmente hacia lo único que tenía ahora; una caja que suponía ser su cama, y cubrió su pequeño cuerpo con un periódico que le acompañaba.

Cerró sus ojos con fuerza y trato de descansar, mas sin embargo, su mente volvió a reproducir el repulsivo momento, la brutal escena vista ante sus ojos, la sangre, el miedo, los gritos llenos de terror y dolor que hubo hasta el momento en el que se extinguieron, dejando a la vista y al oído el atentado contra la mujer y el sonido húmedo de la carne chocando entre sí y entre el frío metal. ¿Había sido mala persona? ¿Había hecho lo correcto? Sólo se estaba defiendo, ¿Verdad? Era ella quien lo quería matar. Él seguía siendo el bueno... ¿Cierto?

Tan sólo recordar el momento y lo asqueroso que fue, sintió cómo algo recorría su garganta en camino hacia afuera. Iba a vomitar.

Se levantó rápidamente y corrió hacia el contenedor de basura que estaba cerca de donde dormía y vomitó, después de eso volvió a acomodarse en su "cama".

Se abrazó a sí mismo, e imaginó que Freddy estaba con él, abrazándolo también. La imagen le hizo sonreír.

Mañana será otro día.

✩✩

1120 palabras.

HOLAAA qué tal.

¡Estoy muy emocionado de al fin compartir este pequeño proyecto que he tenido pensado desde hace tiempo! Espero y lo disfruten.

Por cierto, aquí también vamos a tomar en cuenta la nueva información que tenemos de Gregory, así que prepárense. 😈

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2023 ⏰

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