Los años han pasado y en Kensington ha perdurado la paz y la tranquilidad, sin embargo, de entre las cenizas surgirá un nuevo enemigo -¿o varios?- que busca recuperar lo que "por ley" le pertenece.
¿Serán capaces Daniela y María José de darle frente...
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Daniela Rinaldi
Roma – Italia
11:05 p.m.
Private Investigator - AudioMachine (Loop)
Fingir y pretender... es algo que se me ha dado muy bien desde que tengo memoria. El arte de engañar es tan complejo como el de respirar. ¿Sabías que respiras en automático y cuando te das cuenta lo empiezas a hacer manualmente?
Tu propio cerebro actúa por inercia, enviándote señales en donde te dice que todo está bien para que no te preocupes. Aunque en realidad, todo esté yendo mal.
Sugestión.
Que tema tan profundo el que pueda salir a partir de esa simple palabra "sugestión". Nos sugestionamos por absolutamente todo, incluso, muchas veces solemos ser nuestro propio enemigo y nuestro peor consejero.
Y, sin embargo... aquí estoy yo, la reina de las mentiras, de las sonrisas falsas, de los juegos dobles y de los planes debajo de la manga.
— Te felicito, que bien actúas. –María José murmura a un lado de mí, lleva su mirada puesta en el frente mientras conduce por las calles de Roma.
— Gracias –contesto con prepotencia.
— Por un momento creí que me habías perdonado –yo ruedo mis ojos.
— ¿Crees que una mujer como yo perdonaría una cosa como la que hiciste? –bufo.
— ¿No lo habías hecho ya? –mi sangre hierve. Me volteo en el asiento del copiloto soltándome el cinturón de seguridad y veo su perfil tensionado.
— Creí en tu palabra –empiezo —creí en todas las veces que me juraste que lo que vi en ese hotel fue una trampa que te tendió Dante.
— No menciones el nombre de esa mierda –masculle con desprecio, yo suelto un suspiro lleno de cansancio.
